La joven usa desde leche materna, hasta cabello, y cualquier otra parte del cuerpo para fabricar las alhajas
Por: Edel Osuna
Definitivamente, una joven tiene alma emprendedora y hasta en los fluidos corporales encontró una oportunidad de negocios.
Se trata de Amanda Booth, una chica de Ontario, Canadá, que elabora joyas para vender, pero la materia prima para crear sus piezas son tan inverosímiles, como extrañas.
Y es que usa desde las cenizas de las mascotas, hasta cabello, leche materna, flujo íntimo femenino y líquido seminal.
El nombre de las alhajas es Jizzy Jewelry, quien a través de las redes dio a conocer sus joyas, y, aunque en un inicio los internautas pensaron que se trataba de una broma, pues le preguntaron sui podía usar semen para hacer una pieza.
Para acabar con el estigma, la joven mostró un ejemplo de cómo crea la joya, empleando una muestra de líquido seminal; desde entonces la empresaria empezó a recibir pedidos.
“Alguien comentó en de mis tiktoks si había alguna vez incorporado jugo de hombre en alguna pieza, aparentemente es algo que la gente quiere”, contó.
Su ingenio tuvo eco, pues ahora muchas personas buscan inmortalizar sus fluidos, para lo cual deben hacer su solicitud a través de la página de Facebook de Amanda Booth, a fin de que tener toda información, como presupuesto, procedimiento y diseño.
Además, puede personalizar las alhajas, pues además de este líquido, que el cliente mismo envía, las personas pueden enviar fluidos de otras regiones corporales, explica.
El procedimiento es sencillo, señala, pues tras recibir la muestra, la deshidrata, luego la pulveriza y luego la integra a una masa para darle forma a las piezas.
“Las muestras frescas son una cosa, pero cuando estuvieron en el correo por un tiempo, quiero decir, huele, ¿sabes a lo que me refiero?”, finaliza Amanda.