Descubren que los perros de Chernóbil son genéticamente distintos

Han pasado cuatro décadas de uno de los peores desastres nucleares de la historia y sus efectos siguen afectando a la Humanidad

Por: Edel Osuna

Uno de los peores desastres nucleares ocurrió el 26 de abril de 1986, en la que entonces era la Unión Soviética (URSS), actualmente Ucrania, y sus efectos radiactivos se expandieron por gran parte del mundo.

Aunque la zona y la ciudad de Pripyat quedaron como pueblos fantasma, la realidad es que aún hay animales salvajes deambulando por la ciudad y algunas personas próximas al lugar.

Entre esos especímenes están los perros, que no fueron rescatados del desastre nuclear; sin embargo, un grupo internacional de científicos apuntó su interés en ellos para estudiar los efectos de la exposición a la radiación en el ADN.

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Tras un intenso estudio genético, los estudiosos terminaron sorprendidos, ya que descubrieron que estos canes son genéticamente diferentes; es decir, sí sufrieron afectaciones en su código genético.

Y es que los científicos se cuestionaban el impacto que la radiación, en dosis bajas, tenía sobre el ADN, efectos a los que estuvieron expuestos por casi 40 años.

Algunos científicos señalan que la población salvaje de aves disminuyó, en otros aumentaron las mutaciones, en especial las que estuvieron expuestas a mayor nivel de radiactividad.

Sin embargo, algo que quedó sin resolver y que genera confusión es si la fauna sigue absorbiendo radiación en pequeñas cantidades, apenas perjudiciales, o si están heredando diferencias, en comparación con generaciones anteriores, o, en dado caso, ambas.

EL ESTUDIO DEL ADN

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Cuando los perros de Chernóbil fueron ubicados por donde deambulaban, se determinó la posibilidad de que estos descendieran de otros que estuvieron en la zona de desastre; sin embargo, siguen estudiando para determinar su origen.

De acuerdo con Timothy Mousseau, biólogo de la Universidad de Carolina del Sur (USC), señalaron en un artículo publicado que, antes de aislar la radiación del genoma completo de otros factores que influyen, se debe conocer de dónde vienen y la historia de los perros; los resultados podrían indicar qué podría ocurrir con los humanos que regresen a esa zona.

Y es que el perímetro adyacente a la planta, conocida como Zona de Exclusión, sigue emitiendo radiación, un espacio de 2 mil 600 kilómetros cuadrados.

POBLACIÓN DE PERROS SALVAJES AUMENTÓ

Pese a todos los elementos en contra, se descubrió que la población de perros silvestres aumentó, lo que llevó a la creación de la Iniciativa de Investigación sobre Perros de Chernóbil (CDRI, por sus siglas en inglés), que permitió brindar atención veterinaria a estos animales desde el año 2017.

Actualmente, más de 800 perros deambulan por la Zona de Exclusión, los cuales son alimentados por cuidadores de la Central de Chernóbil, los cuales tienen gran cantidad de solapamiento genético y parentesco.

Para concretar el estudio, los científicos recabaron muestras de sangre de más de 300 canes, las cuales fueron estudiadas por la estudiante de doctorado de la USC, Gabriella Spatola.

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También descubrieron que, además del parentesco, los perros deambulan de un sitio a otro y que posiblemente viven en ese sitio desde antes de la tragedia.

Asimismo, se determinó que, comparativamente, los perros de Chernóbil son distintos en su genética a los canes de Europa del Esta, de Oriente Medio y de Asia, y encontraron que tienen genes idénticos a perros modernos, lo que puede deberse a que la gente ha empezado a volver a la región.

Lo que sigue, refirieron los estudiosos, será la aplicación de estudios más amplios, a fin de encontrar variantes genéticas significativas, "que se hayan acumulado durante más de 30 años en este entorno hostil y contaminado”.

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