En las reuniones previas al cónclave, los cardenales reunidos en el Vaticano han delineado el perfil ideal del próximo Papa, coincidiendo en que debe ser "un pastor cercano a la vida concreta de las personas".
Así lo expresó el portavoz vaticano, Matteo Bruni, al resumir las intervenciones de las 12 congregaciones generales, antes de que este miércoles inicie el cónclave para elegir al sucesor del papa Francisco.
Los cardenales coincidieron en que el nuevo pontífice debe ser una figura presente, empática, capaz de tender puentes entre culturas y religiones, guiando a una humanidad marcada por la guerra, la fragmentación social y la crisis global.
Debe ser un líder con visión misionera, que impulse una Iglesia abierta, acompañante y solidaria, sin encerrarse en sí misma.
SE NECESITA UN PAPA CON CAPACIDAD DE AFRONTAR CONFLICTOS
Entre los principales desafíos mencionados están el conflicto armado (en especial las guerras en Ucrania y Gaza), el drama migratorio, el cambio climático y las divisiones internas dentro de la Iglesia.
En este sentido, se espera que el nuevo Papa sea un constructor de unidad y un "rostro de Iglesia samaritana". También deberá continuar con la lucha contra los abusos sexuales y garantizar la protección de los fieles, con valentía y humildad.
Además, se destaca la necesidad de un pontífice con experiencia de gobierno, capaz de enfrentar temas complejos como las finanzas, el derecho canónico y la gestión institucional. Aunque se descarta que sea un burócrata distante, también se considera improbable que sea un jesuita, latinoamericano o menor de 60 años.
Los cardenales han evitado revelar nombres, pero el perfil deseado parece apuntar a una continuidad con el legado de Francisco: un líder pastoral, dialogante, comprometido con los grandes retos del mundo y profundamente humano.
