Al imputado se le lleva proceso por corrupción en bienes inmuebles; otras 9 personas también son acusadas por el mismo delito
Por: Eduardo Sánchez
Por primera vez en su historia, en El Vaticano se dio inicio a la primera audiencia de juicio en contra de un cardenal, quien desde el banquillo de los acusados deberá responder por el delito de corrupción.
El imputado es Ángelo Becciu, exprefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, de la Santa Sede.
Al prelado se le imputa el ilícito por corrupción en un delito que está relacionado con una inversión inmobiliaria por 350 millones de euros en un edificio en Londres, y en el que están involucradas otras 9 personas.
Estas últimas están acusadas por "lavado" de dinero, fraude, malversación de fondos y abuso de poder.
En 2019, medios de comunicación italianos ventilaron que funcionarios de la Santa Sede fueron suspendidos de sus puestos tras encontrarles indicios graves de corrupción en inversiones.
Asimismo, en 2013 se destapó otro escándalo en el que está involucrada la Secretaría de Estado, pues adquirió un edificio en Londres, para lo cual destinó fondos del Óbolo de San Pedro, una institución en la que caen las donaciones de la grey para el financiamiento de obras de caridad papales y demás actividades.
En ese entonces, Ángelo Becciu era el responsable de las transacciones, pues era el encargado sustituto de Asunto Generales, caro que dejó en 2018, cuando Papa Francisco le eligió para dirigir la Congregación para las Causas de los Santos.
Y aunque Becciu niega los señalamientos, fue en septiembre de 2020 cuando renunció al cargo, la cual explicó como voluntaria.
Aunque renunció a su puesto, conserva sus derechos como parte del Colegio Cardenalicio, así como el título, pero no podrá participar en el siguiente cónclave.