El informe señala que, históricamente, el tipo de cambio comenzaba a depreciarse alrededor de tres meses antes de las elecciones
Por: Andrés Manuel Contreras Alaniz
A diez días de las elecciones presidenciales en México, la moneda nacional muestra una notable estabilidad, sin registrar episodios significativos de depreciación relacionados con el próximo proceso electoral de junio. Este comportamiento contrasta marcadamente con los cuatro procesos electorales más recientes, según un análisis de la firma financiera Citibanamex.
El informe de Citibanamex señala que, históricamente, el tipo de cambio comenzaba a depreciarse alrededor de tres meses antes de las elecciones. Durante esos periodos, el peso mexicano superaba su media móvil simple (MMS) de 200 días, alcanzando su punto más alto entre uno y dos meses antes del día de la votación.
En cambio, en el proceso actual, la moneda se ha mantenido por debajo de su MMS durante la mayoría de los seis meses previos a las elecciones de 2024, a pesar de una depreciación observada en abril debido a eventos geopolíticos globales.
"Al ajustar el desempeño de la moneda mexicana con el de una canasta de economías emergentes para eliminar la tendencia de las monedas de economías pares, también se puede ver una depreciación asociada a las elecciones presidenciales en periodos anteriores", explicó el área de estudios económicos de Citibanamex.
Sin embargo, en el contexto actual, aunque se registró una ligera depreciación, esta es menor comparada con elecciones anteriores y recientemente se ha revertido, ubicando al peso por debajo de su MMS.
ESTABILIDAD
El análisis también destaca que, al considerar el tipo de cambio peso-dólar ajustado por el promedio de mercados emergentes, se observa un comportamiento similar de estabilidad y cierta apreciación en los días recientes. Este comportamiento es coherente con lo observado en elecciones anteriores, aunque actualmente se encuentra en niveles más apreciados.
La estabilidad del peso mexicano en este periodo electoral es una señal positiva para los mercados y una indicación de que, al menos en términos financieros, las elecciones de 2024 no han generado la volatilidad esperada en la moneda nacional.