El evento fue a beneficio de la Cruz Roja de Ciudad Obregón y logró lleno total en la conferencia titulada “Por el placer de vivir: El reencuentro”
Por: Susana Rodríguez
Uno de los conferencistas más solicitados en México, Estados Unidos, Centro y Sudamérica, el doctor César Lozano regresó tras más de cinco años de ausencia a Ciudad Obregón y agotó localidades en su presentación realizada en el Centro Magno.
A las 20:30 horas subió al escenario para presentar su inspiradora y divertida ponencia titulada “Por el placer de vivir: El reencuentro”, con la que compartió con su público los cinco puntos fundamentales para atreverse a disfrutar cada instante de la vida.
En su discurso reflexivo con toque cómico que provocó las carcajadas de los asistentes, recalcó que a este mundo se vino a ser felices y aprender lecciones, por lo que aconsejó llevar una vida plena y enfrentar cada circunstancia, siendo conscientes de que habrá cosas y situaciones que no podemos cambiar.
César Lozano también expresó que quienes viven en el aquí y ahora disfrutan más de la vida, ya que no hay que vivir planeando un futuro incierto ni quedarse atrapado en el pasado, siendo ese el primer punto.
El segundo paso es el control de las emociones: no sentir culpa, ira, enojo, resentimiento, odio ni celos, ya que todas estas emociones enferman. Proporcionó herramientas para manejarlas, que son los poderes del ser humano: atracción, intuición y aceptación. Y lo más importante, dijo, es evitar las preocupaciones.
Finalizó con los últimos puntos prometidos, en los que dijo que la aceptación libera preocupaciones, así como el perdón y recomendó procurar sanar nuestro “Niño interior”, se despidió contando un par de chistes con lo que logró las risas de todos los que se dieron cita.
El conferencista estelar invitado recibió un reconocimiento de parte de los presidentes del patronato de la Cruz Roja, Gerardo Barnetche Valdez y Roxana Rodríguez de Bartnetche, además también reconoció en público la labor de Vicky Calles, Francisco Obregón y Lety Manjarrez de Obregón, Roberto Vargas y a todos los que se encargaron de organizar el gran evento.
