A pesar de haber un acuerdo prematrimonial, el rapero puso sus condiciones, por lo que la batalla legal apenas comienza
Por: Eduardo Sánchez
Tras rumores de la separación de Kim Kardashian y Kanye West, que se acrecentaron durante la pandemia, la influencer emitió la solicitud de divorcio y el rapero aceptó, pero no sin antes imponer sus condiciones.
Con el divorcio estaba en juego su fortuna de más de 2 mil millones de euros y sus cuatro mansiones, entre las que está su casa familiar, valuada en 40 millones.
En su demanda, Kim Kardashian pide la custodia compartida de sus cuatro hijos y señala que ninguno pretende impugnar el acuerdo matrimonial que firmaron, en el que se repartían sus propiedades.
En respuesta, Kanye West aceptó la custodia compartida de sus hijos, North, de 7 años; Saint, de 5; Chicago, de 3, y Psalm, que está a punto de cumplir 2, pero propone que sean dos semanas alternadas con cada uno de los progenitores. El problema es la distancia tan grande que separa el hogar de la influencer con el rapero, pues él vive en una granja en el Estado de Wyoming y ella tiene su residencia en Beverly Hills, California. Además West se niega a pagar pensión alimenticia a Kardashian, pues asegura, ella no lo necesita, ya que es millonaria.
Respecto al acuerdo prenupcial, las propiedades y toda su fortuna, que ha crecido considerablemente desde que se casaron en 2014, se repartirán de acuerdo a los términos que Kim indicó en la solicitud de divorcio.
