Un testigo comentó que el abogado le disparó y cuando estaba agonizando le disparó en la cabeza para rematarla, luego trató de huir
Por: Ofelia Fierros
La cantante de regional mexicano, Yrma Lydya Gamboa, de 21 años, fue asesinada anoche en el restaurante Suntory por su esposo, el prominente abogado y empresario Jesús Hernández Alcocer, de 79, quien fue detenido cuando trataba de huir ayudado por su escolta.
Las autoridades informaron que el crimen ocurrió en un área reservada del restaurante, ubicado en las calles Magdalena y Torres Adalid.
Algunos comensales salieron del establecimiento para resguardarse, mientras que otros se tiraron al piso, alertados por los disparos.
Gabriel, uno de los testigos, relató los terribles momentos que pasaron en la agresión donde la joven cantante perdió la vida.
“Primero se escuchó un ruido, como un golpe seco, sí parecía un disparo, pero nadie se movió. Lo que me llamó la atención fue que los comensales voltearon hacia la pecera, que viene siendo un salón privado dentro del restaurante. Luego se escuchó otro golpe seco y como ya sabíamos de dónde provenía el ruido, volteamos. Vimos a una chica sentada, comenzó a mecerse en círculos, gravemente herida, y el señor se paró con el arma en la mano y le disparó en la cabeza, mientras la chica quedó recostada en la silla”, relató.
“El hombre que asesinó a la mujer fue auxiliado por otro tipo, un pelón de lentes, que aparentemente venía con él. Este pelón salió corriendo y luego regresó por él, creímos que quizá se llevó el arma”.
“Cuando sucedió el primer disparo muchos comensales pensaron que se había caído un traste, pero en el segundo y tercer tiro, todos comenzaron a correr. El lugar estaba casi lleno”, mencionó.
“El asesino le ofreció dinero a un policía bancario para que lo dejara ir, pero las autoridades que llegaron se hicieron cargo de la situación”.
El testigo relató que sobre la mesa de la agresión había anotaciones, lo que indicaba que el abogado y la mujer que lo acompañaba tenían buen rato en el lugar. “La chava estaba tomando una copa de vino y sobre la mesa estaba una hoja con muchos rayones, en círculos y del otro lado la chica hizo anotaciones como de temas de salud, algo así como de revisión de sangre, diabetes”. Mencionó.
“La mujer que acompañaba el señor era muy joven, como de unos 30 años. Él ya se veía muy mayor”, concluyó.