En la edición 11 del duelo de fin de año se enfrentaron los Olea y los Cruz, un evento que une a ambas familias y conlleva a un gran convivio
Por: Joel Luna
Por décima primera ocasión se llevó a cabo el tradicional Juego del Recuerdo de Beisbol de las familias Olea y Cruz, donde ambas se enfrentan en un duelo de pelota que se traduce en un evento de sano esparcimiento y camaradería familiar.
El Campo 77 fue la sede de este compromiso, evento esperado durante todo el año por ambas familias y en el que el marcador al final no importa; sin embargo, en el terreno de juego disfruta al máximo.
DUELO EN EL TERRENO DE JUEGO
Al equipo de los Cruz los dirigió Guillermo Dórame, que también fue el abridor del partido, mientras que por los Olea el dirigente fue Javier Alonso Olea y su abridor fue Joaquín Olea Leyva.
Fue un partido de toma y daca, donde ambas escuadras se brindaron al máximo en el terreno y donde los que estaban en las gradas disfrutaron del agarre.
Fueron más de 300 personas en el viejo estadio del Campo 77, testigos de este décimo primer juego del recuerdo Olea-Cruz.
UN ALEGRE CONVIVIO
Al final del compromiso, como se esperaba, el abrazo fraterno entre las dos familias y de ahí se procedió a degustar una rica carne asada, donde ambas familias se enfrascaron en un duelo de anécdotas y memorias de los juegos del recuerdo, para terminar con la preparación de un próximo encuentro familiar a finales del 2024, donde ambos equipos prometen llevarse la victoria.
Todos los asistentes a este décimo primer Juego del Recuerdo fueron invitados al convivio lo que se convirtió en una gran fiesta en el campo 77, que año con año se desarrolla y que se espera siga la tradición por muchos años más.
Uno de los principales organizadores de este evento es Javier Alonso Olea, quien comentó que este evento se espera con ansias, ya que la convivencia familiar que hay en este evento pocas veces la pueden repetir y que el llamado a este juego es primordial para los integrantes de ambas familias.