Sus instalaciones cuentan con tecnología de punta y se encuentra dentro de la Unidad Médica de Alta Especialidad
Por: Francisco Angulo
Con cerca de 30 años de servir al noroeste de México, la Unidad de Quemados de la Unidad Médica de Alta Especialidad en Ciudad Obregón es referencia en una amplia región del país que comprende los estados de Sonora, Sinaloa y las dos Baja California, atendiendo a aquellos pacientes con heridas graves producidas por quemaduras que ponen en riesgo su vida o de perder miembros de su cuerpo.
El doctor Marlon Quiñónez Espinoza, jefe de la Unidad de Quemados, comenta que, para determinar quiénes son candidatos a ingresar a esta unidad se toma en cuenta el tamaño y profundidad de las quemaduras en el cuerpo, o bien que el daño sea en zonas específicas como el rostro, los genitales, pies o manos, por ser estas áreas muy delicadas.
FUENTE
Por la fuente que provocó el daño, estas se dividen en quemaduras por fricción, por escaldadura (causadas por líquidos como agua o comida caliente, aceite o químicos), eléctricas o por fuego directo, expresa el médico.
En el caso de quemaduras de tipo eléctricas, estas son provocadas por la exposición a la alta tensión; generalmente son profundas y en algunos casos interesan hueso.
Los heridos por quemaduras no tan graves son atendidos en otras especialidades, siendo alrededor de unas 35 personas las que anualmente pasan a esta sección, de las cuales el 60 por ciento provienen de distintos municipios de Sonora, y el resto de las otras tres entidades mencionadas, dijo.
En su mayoría los pacientes que se atienden en la Unidad de Quemados son adultos, pero cuando se requiere dar atención a pacientes pediátricos, se le brinda apoyo al Hospital General Regional de Zona número 1, comenta Quiñónez Espinoza.
HOSPITALIZACIÓN
Cuando los pacientes llegan, generalmente es con un cuadro de emergencia, y después de estabilizarlos y brindarles los cuidados básicos normalmente duran en la Unidad un promedio de 35 días, sin embargo, por lo regular requieren cirugías, las cuales se les realizan en número de entre siete y nueve antes de ser dados de alta.
Estas consisten en desbridaciones (quitar el tejido muerto) e injertos de piel; en ocasiones llegan con politraumas y fracturas (las quemaduras por alta tensión casi siempre involucran caídas de varios metros de altura), y a veces se requiere una atención multidisciplinaria, donde se involucra a las áreas de traumatología, cirugía plástica y oftalmología.
Señala el médico que, afortunadamente, la mayoría de los pacientes que llegan a la Unidad de Quemados sobreviven, sin embargo, sí hay algunos que llegan con mal pronóstico, y son los que arriban con más el 70 por ciento de la superficie corporal afectada. Actualmente sólo el 16 por ciento del total mueren, dijo.
Toda la fase aguda de la quemadura es atendida en el lugar, hasta que la persona está fuera de peligro, expresa el especialista.
En la Unidad de Ciudad Obregón se cuenta con la más alta tecnología para atender a los pacientes y hacerles la estancia lo más cómoda posible, y sólo en casos extremos, cuando se necesita de una reconstrucción, cuando existe exposición de hueso, se les envía a Guadalajara para completar el tratamiento.
Posterior a su salida de la Unidad, se les brinda seguimiento de entre seis a ocho meses, para tratar posibles secuelas de la quemadura, menciona.
SUSTITUTOS DE PIEL
Hizo saber que, para facilitar el cierre de las heridas y mejorar las secuelas, sobre todo en rostro y manos por cicatrización queloide, que les afecta a los pacientes en la funcionalidad y en la rapidez para incorporarse a la vida laboral, se cuenta con sustitutos de piel, que son los conocidos como Epifast y Suprathel.
Estos productos ayudan a acortar el tiempo de hospitalización y a reducir las secuelas provocadas por las quemaduras, expuso.
LLAMA A CUIDARSE LA PIEL
El médico mencionó que otro tipo de quemaduras son las provocadas por la exposición excesiva al sol, por lo que recomendó tener cuidado de no permanecer mucho tiempo bajo sus rayos directos, pues hay un alto riesgo de cánceres derivados de ello.
Por ello, de las 10:00 a las 16:00 horas -sobre todo en verano- las personas deberían tratar de no exponerse al sol y aplicarse siempre bloqueador, advirtió.
Las quemaduras solares no requieren la atención en la Unidad a su cargo, y generalmente sus efectos se curan en un lapso de entre siete y 14 días; sólo aquellas que son de segundo grado necesitarán de curaciones más a fondo, pero son menos comunes, dijo.
Finalmente, recomendó a todos quienes hayan sufrido de cualquier tipo de quemaduras y quienes tienen que salir al sol del verano de Sonora, aplicarse productos hidratantes y protectores solares con un factor de protección solar (FPS) de por lo menos 50 y a base aceite, por ser los que tienen mayor duración sobre la piel.
