Un herrero con mucho temple

Candelabros, lámparas, percheros y hasta una armadura medieval son parte de las piezas que ha elaborado en más de 5 décadas en el oficio

Por: Oviel Sosa

Forjado en el acero, el señor Raúl Cuauhtémoc Cervantes Covarrubias ha entregado gran parte de su vida al oficio de Herrero.

“Mi hermano que ya falleció fue el que me inició en la herrería”, comentó.

A la edad de 12 años, su hermano José Trinidad lo involucró en la labor. Originario de Tlaquepaque, Jalisco, don Raúl mostró gran habilidad que daba indicios que se convertiría en un herrero destacado, pues los trabajos que realizaba eran sobresalientes, al grado que con el paso del tiempo formó su propio negocio.

“El negocio se vino abajo por malos manejos del recurso que tuvieron empleados que abusaron de mi confianza, llegué a tener 18 empleados”, expresó.

Posteriormente se mudó a Ciudad Obregón, donde su creatividad, empeño, compromiso y dedicación hizo que sus trabajos fueran cotizados, pues incursionó en la herrería artística.

En la pared de su taller está colgada la primera pieza que elaboró, siendo esta un arma medieval que se usó en una película.

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Candelabros, lámparas, percheros y hasta una armadura medieval son parte de las piezas que adornan su negocio que se ubica por la calle Galeana entre Puebla y Zacatecas en la colonia Centro.

“La armadura medieval tiene un valor sentimental porque me recuerda a mi nieto que falleció, a quien le gusta la armadura y le dije que se la iba a regalar, pero murió”, compartió con lágrimas en los ojos.

Acero, lámina, tubulares, cortadora, electrodos, máquina para soldar y un fogón que usa para moldear el fierro son las herramientas que emplea para dar vida a sus creaciones.

“En la fragua caliento el fierro para ablandarlo, después lo golpeo con un marro en un yunque y con unos moldes le doy una determinada forma”, manifestó.

Su temple es sobresaliente como el fierro que forja en la lumbre, debido a que ha sufrido dos derrames y el Covid-19 lo golpeó duro, pero como el acero resistió y se sobrepuso.

Actualmente tiene 72 años edad. La energía y fuerza que proyecta ya no es la misma de cuando era joven, pero conserva su habilidad para innovar y producir piezas exquisitas que construye con apegó y dedicación.

La herrería no representa un simple oficio para don Raúl, pues significa su pasión, la cual le permitió desarrollarse y sacar adelante a su familia.

Por más de cinco décadas la herrería ha estado ligada a su vida, algo que se adherido a él como la soldadura que emplea para unir el metal que utiliza para fabricar sus trabajos.

Es así como don Raúl representa una voz autorizada para hablar del tema.  Colegas reconocen su labor, debido a que gracias a su perseverancia y constancia su nombre se ha ganado un lugar distinguido que lo posiciona como un herrero brillante.

De esta manera se le rinde homenaje y se integra a la sección de oficios, un espacio diseñado en reconocer la labor que han desempeñado con pasión las personas que han entregado su vida a un determinado trabajo, como es el caso del señor Raúl Cervantes.

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