En el lugar, desde hace casi treinta años acogen a pacientes foráneos del IMSS que padecen cáncer y que reciben tratamientos contra la enfermedad
Por: Raúl Esparza
La función social que desde hace casi 30 años desarrolla el Albergue San Peregrino de Ciudad Obregón es la brindar hospedaje, apoyo moral, psicológico y espiritual a las personas de diferentes sitios del norte de México, principalmente de Hermosillo, Sinaloa y las dos Baja California que llegan a dar seguimiento o iniciar un tratamiento contra el cáncer.
Carmelita Acosta de Quimball y María del Pilar Salmón, coordinadoras del Albergue,el lugar es considerado de ayuda altruista que por sus condiciones de ambientación arquitectónica impone tranquilidad a las personas en un alojamiento de casi dos meses que requieren los pacientes foráneos provenientes del IMSS que reciben tratamientos de radiación.
El espacio San Peregrino es considerado un refugio temporal donde instalaciones son de lo mejor, ahí ofrecen servicio de conferencias, ambulancia, área común, sala, comedor, cocina, oratorio, baño de servicio, cuarto de lavandería, lavaderos, patio central, patio general y ocho habitaciones dobles con baño compartido para niños y adultos en tratamiento.
Las coordinadoras mencionaron se trabaja mediante apoyos provenientes de la iniciativa privada y no por ayuda de Gobierno.
Precisaron que con la organización de eventos como la pedaleada anual, venta de artículos los días sábados en un bazar ubicado en la colonia Plano Oriente es como también suman algunos recursos.
Inicialmente comenzaron en una casa que luego resultó insuficiente, por lo que para cubrir la necesidad se adquirió este nuevo lugar que poco a poco se fue transformando en lo que ahora se tiene.
Comentaron que los sábados un grupo de señoras que conforman el Círculo de Amistad y que han pasado por la enfermedad acuden a San Peregrino a dar clases de tejido, de recuperación emocional donde les enseñan cómo ponerse las pelucas o pintarse para que las mujeres enfermas se sientan mejor.
San Peregrino es un santo italiano que padeció cáncer en una pierna y lo superó mediante una visión que tuvo de la virgen María, en cuanto al nombre, Carmelita Acosta de Quimball y María del Pilar Salmón, refieren lo tomaron de este santo porque las personas con cáncer que reciben peregrinan buscando un lugar dónde quedarse.