Al arrojar las pilas a la basura, con el tiempo sus componentes químicos generan daños al medio ambiente y a la propia salud de las personas
Por: Fabiola Navarro
Poca ha sido la respuesta para el reciclaje de baterías de litio o niquel en la campaña que desde inicios de 2022, emprendió Rodolfo Morales Tovar, conocido como “Don Limpión”.
Mientras en 2019 llegó a recibir más de cinco mil pilas, este año apenas van 300, por lo que hizo un llamado a la comunidad para que apoyen esta campaña cuyo objetivo es colaborar con el cuidado del medio ambiente.
“Nosotros en un inicio pretendíamos superar o igualar la meta de cinco mil 100 baterías, pero viendo la situación, ahora pensamos que con mil piezas que recolectemos será suficiente”, indicó.
Dijo que con la pandemia de Covid-19, se abandonó la campaña de reciclaje porque cerró su pequeño negocio que sirve como centro de acopio y se ubica a espaldas de Palacio Municipal.
Las baterías serán entregadas a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) que tiene una campaña permanente y las dona para utilizarlas como combustible para calderas, aprovechando su contenido de carbón.
Mencionó que al echar las baterías a un recipiente de plástico, este debe estar abierto para evitar que se gasifique; tampoco deben estar en contacto con el agua, para evitar que el sulfato ferroso se derrame y contamine.