El parián es una construcción emblemática de Ciudad Obregón, que inició actividades a inicios del siglo XX
Por: Oviel Sosa
El aroma, el sabor, el color y el ambiente que ofrece el Mercado Municipal de Cajeme (MerCajeme) es uno que refleja esfuerzo, sudor, dedicación y trabajo arduo de gente que estableció los cimientos y de quienes han luchado por preservar el inmueble vigente.
SUS ALBORES
En la década de los 20, en la calle Jalisco y Guerrero se establecieron los primeros comerciantes en el primer cuadro de Ciudad Obregón. Vacas destazadas ofrecían un panorama peculiar, al ser carne de res uno de los principales productos que se vendían.
Lo anterior de acuerdo con información proporcionada por el periodista e historiador Sergio Anaya, autor del libro Retrospectiva de Cajeme, una pieza valiosa que reúne pasajes históricos del antiguo Cajeme, entre ellos el surgimiento del Mercado Municipal.
Posteriormente, en 1926, los mercantes se trasladaron a un galerón que se ubicaba en la calle No Reelección, esquina con Chihuahua, sitio que abrió el camino para que en 1928 se instalara un inmueble que, por su tamaño, sobresalía al estar en aquellos años pocas construcciones a su alrededor, pues tenía un enorme tejabán de madera.
La construcción se fincó en la manzana que comprende las calles Galena, Sonora, No Reelección y 5 de Febrero, zona donde actualmente se encuentra el Mercado Municipal.
En aquel entonces, el comercio fungía más como central de abastos al vender por mayoreo.
SURGE EL MERCADO MUNICIPAL
El sitio tenía mucha demanda, lo que vino a generar bonanza a la economía local, pero fue hasta el año de 1942 cuando dio inicio la construcción del primer Mercado Municipal en Ciudad Obregón.
La obra se inició con un crédito de 373 mil pesos que otorgó el Banco Nacional Hipotecario y Obras Públicas.
Los trabajos finalizaron en 1945, fecha que marcó el nacimiento del actual mercado de Cajeme.
Asimismo, en 1948 se colocó en la parte superior del edificio un reloj, el cual marcaba el paso del primer cuadro de la ciudad, al emitir un sonido cada hora; así los comerciantes y personas que circulaban por el lugar median su tiempo y se organizaban para su accionar.
CAMBIA SU FISONOMÍA
A lo largo de su historia, el Mercado Municipal ha sufrido dos remodelaciones importantes. La primera en el año de 1949 y la segunda en 1993. En el último arreglo que tuvo la edificación cambio la fisonomía de la fachada del inmueble, además se construyó el estacionamiento en el segundo piso, proyectando así un renovado parián.
Precisamente en 1993, el mercado dejó de ser un espacio de dominio público y pasó a ser particular, al firmarse un contrato de condóminos, lo que avaló legalmente a los locatarios como dueños del inmueble.
Actualmente opera con más de 300 locales, los cuales ofrecen productos indispensables para la canasta básica, ropa, hierbas, accesorios y un extenso surtido de artículos que se venden a precios accesibles en comparación con las cadenas comerciales, es por ello que el Mercado Municipal tiene mucha aceptación en el grueso de la población.
Es así como el MerCajeme representa una edificación emblemática e icónica en el municipio, que sirve de pulso para medir la economía local y otorga un panorama del pasado, presente y porvenir de Cajeme.