Esculturas y piezas únicas forman parte de la amplia muestra de este maestro jubilado, cuya pasión inició en la infancia
Por: Oviel Sosa
De pequeño lo sedujo coleccionar artículos; mientras otros niños jugaban a la pelota, él compraba libros y revistas. Así comenzó su gran pasión por coleccionar diversos objetos.
La historia lo atrajo al grado de que, cuando creció, estudió para maestro y se dedicó, por más de 30 años, a dar clases en nivel básico.
Con esmero, pasión y vocación por la colección, ha reunido piezas únicas que ofrecen un gran valor histórico.
Más de tres mil carritos, mil estampitas, alrededor de 50 mil libros y revistas, botellas de cerveza antiguas, armas medievales, pistolas de época, ídolos de culturas ancestrales, una máscara de una tribu africana y hasta mandíbulas de tiburones son parte de la amplia, extensa y fascinante colección que ha acumulado por más de 50 años.
José Martín Pérez Rojas es quien está detrás de la rica y nutrida colección. Originario del estado de Jalisco, arribó al municipio Cajeme en 1970.
Su vivienda representa un auténtico museo y biblioteca; por fuera parece una simple fachada, pero al ingresar ofrece un viaje al pasado.
El valor que reúne en su colección es incalculable, pero para él tiene un valor sentimental que conecta con su pasión: ser coleccionista.
Desafortunadamente, en la actualidad está pasando por una situación familiar complicada que lo atormenta. Es por ello que, en contra de su voluntad, pero ante la necesidad, pone a la venta parte de su colección.
“Las personas interesadas pueden venir a la casa y ver las piezas para que confirmen que son únicas, como los ídolos aztecas que yo me encontré en la isla Huivulai”, mencionó.
La vivienda que atesora un valor histórico, propio de un museo, se ubica en la calle Codorniz, número 747, esquina con calle Faisán, en la colonia Robles Castillo, al sur de Ciudad Obregón.
A su vez proporcionó su número de celular, 64-41-03-46-20, para los interesados que deseen contactarlo.
Es así como José Martín ha entregado parte de su vida en coleccionar diversos artículos, quien desea vender alguno de ellos para librar el contratiempo que está atravesando; sin duda el señor es un coleccionista de nivel superlativo, el cual solicita el apoyo de la ciudadanía.