Don Miguel Galaviz, toda una vida entregada al transporte urbano en Cajeme

Su entrega, disciplina y compromiso hicieron que se ganara la confianza de su patrón, el señor Francisco “Palillo” Villanueva

Por: Oviel Sosa

El señor Ángel Miranda Galaviz de 80 años de edad representa una voz autorizada para hablar del transporte urbano en Cajeme, pues su empeño, constancia, perseverancia y esmero le otorgó dinamismo a las rutas, al establecer junto con otros choferes a principios de la década de los sesentas, los tiempos que hasta la fecha rigen el control de las unidades que se desplazan por Ciudad Obregón.

A don Ángel, como lo conocen, al ser alguien que por su trabajo honrado se ha ganado el respeto del gremio, inició su aventura en el volante a la edad 14 años en camiones de carga, al recorrer cientos de kilómetros a lo largo y ancho de la república mexicana transportando frutas y diversos productos, algo que lo distinguió, pues a pesar de su corta edad maniobraba con pericia la pesada unidad al grado de parecer tener años de experiencia acuestas, pues el destino le había trazado su vocación. la de ser chofer.

Posteriormente se desempeñó de taxista, hasta que en el año de 1961, a la edad de 18 años, se unió a las filas de la extinta línea de trasportes regionales, dando así comienzo su labor dentro del gremio del transporte urbano en Cajeme.

Con emoción y brindando un trato amable y de respeto, recorría las calles de Ciudad Obregón. En aquel tiempo, las rutas que existían tenían recorridos arbitrarios en cuanto a los tiempos, lo que generaba que las unidades se amontaran en un sitio.

imagen-cuerpo

DAN TIEMPO A LOS RECORRIDOS 

Ante ese escenario, don Ángel se reunió con otros colegas, quienes establecieron los tiempos que hoy en día siguen marcando la pauta de los recorridos que efectúan los camiones en sus respectivas rutas.

Su entrega, disciplina y compromiso hicieron que se ganará la confianza de su patrón, el señor Francisco “Palillo” Villanueva, quien le cedió una concesión para que tuviera su propia unidad.

“Un patrón muy servicial, a quien le guardo mucho respeto, después de su muerte voy y lo visitó casa semana en el panteón”, compartió con nostalgia. 

Don Ángel no aceptó el obsequió, pues trabajó árduamente para pagarle y así sentir que se lo había ganado por su trabajo y no se lo habían regalado, pues siempre ha sido de la idea que hay que ganarse las cosas con esfuerzo.

Desde hace tres años controla los tiempos de los recorridos que hace la línea 4. Lo hace con entusiasmo, demostrando el apreció que le tiene al transporte urbano en la que cumple con su horario de checador.

UN TRABAJO QUE CUIDA CON ESMERO 

De lunes a sábado llega antes de la 8 de la mañana, se sienta en una silla de plástico y anota los tiempos de la ruta 4, cuando llega un camión se levanta y habla con los choferes que llegan al sitio ubicado por la calle Sinaloa entre No Relección y Galena, a quienes les indica si van atrasados o van circulado en tiempo, para con ello evitar que las unidades se junten.

Don Ángel se caracteriza por ser un hombre noble que siempre tiene un buen consejo; su experiencia lo respalda, es por ello que los choferes y la gente del gremio lo escucha y respeta al tener tener más de 60 años de experiencia.

De esta manera don Ángel Miranda Galaviz se une al elenco de oficios, un espacio diseñado en presentar la labor que han efectuado personas de la comunidad que han destacado por su labor al grado de convertirlo en su estilo de vida, y quien en su caso, ha entregado su vida al transporte urbano de Cajeme.

Noticia anteriorTiburones en Las Bocas

DEJA UNA RESPUESTA

Noticias Recientes