Desde la pandemia el enfriador se descompuso y desde entonces no han podido adquirir otro para apoyar a quienes ahí se albergan
Por: Ana Jusaino
Durante más de 20 años en el albergue de Santa María de Guadalupe han brindado hospedaje, ayuda espiritual, psicológica y alimentación a foráneos que vienen a cuidar a sus familiares al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), informó María del Carmen Hidalgo Acosta, promotora social.
Tras la pandemia del Covid 19, narró que el servicio de comedor quedó cerrado para los beneficiarios, al no contar con un refrigerador para mantener las frutas, verduras, carnes y bebidas en buen estado.
Lamentó que los huéspedes llegan cansados de cuidar a sus familiares encamados y prefieren pasar a dormir que comer en alguna fonda económica o comprar productos comestibles en una tienda.
“Quedamos de abrir la cocina pero hay ese detalle, estamos viendo la manera de conseguir un refrigerador para nosotros hacerle la comida a las personas, porque a veces están toda la noche con sus pacientes, llegan en la mañana a lo mejor con hambre”, comentó.
Hidalgo Acosta recordó que previo a la pandemia, preparaban desayunos de buena calidad nutricional por un aporte económico de 10 pesos, por lo que buscan haya interesados en apoyar a la causa.
Actualmente dijo, se hospedan aproximadamente de 100 derechohabientes del IMSS de diversas partes del noroeste del país como de diferentes partes de Sonora, entre ellos Empalme y de las comunidades yaquis.
LO RECUERDAN CON CARIÑO
Ejemplo de ello es Zoila Mar Casados, quien proviene de San José, de Baja California Sur y quien mencionó que hace 15 años visitó el albergue para acompañar a su hijo que falleció de cáncer y nuevamente regresó, pero ahora como paciente para programar una cirugía.
“Es de los mejor que he encontrado, está muy limpio, está regalado casi, lo único que extrañé porque ya estuve hace 15 años atrás, ahora no está funcionando la cocina, para nosotros sería más ayuda, en la calle nos sale carísimo”, lamentó.
Fotos: Bernardo Hidalgo
