El Grupo Terna de la Policía Nacional del Perú (PNP) decidió aprovechar la tradicional entrega de flores para montar una operación encubierta
Por: Luis Flores
Las autoridades de Perú realizaron una de las detenciones más creativas de los últimos tiempos. Una mujer apodada “Señorita Lucero” fue capturada tras caer en una elaborada trampa disfrazada de una sorpresa romántica.
Lo que comenzó como un aparente homenaje amoroso terminó siendo una intervención policial digna de una película.
PANORAMA
El Grupo Terna de la Policía Nacional del Perú (PNP) decidió aprovechar la tradicional entrega de flores amarillas, símbolo de amor eterno, para montar una operación encubierta.
Vestidos de ranchero, una botarga de pollo gigante, y hasta un personaje de Minnie Mouse, los agentes prepararon una versión viral de la famosa "sorpresa del patrón", haciendo creer a la delincuente que recibía un gesto de amor.
Las calles se llenaron de bulla y curiosidad cuando un hombre disfrazado de ranchero gritaba con entusiasmo: “¡Señorita Lucero, señorita Lucero!”, mientras el pollo gigante sostenía un letrero con una falsa declaración amorosa. Al escuchar su nombre, la delincuente, llena de curiosidad y adrenalina, no pudo resistir abrir la puerta de su casa.
“Es usted muy afortunada, señorita Lucero. Hoy, el patrón le manda estas hermosas flores amarillas porque le quiere decir que es usted el amor de su vida", exclamó el supuesto emisario, mientras se arrodillaba y le entregaba un gran ramo de flores amarillas. La mujer, visiblemente desconcertada pero emocionada, fue sorprendida por el público.
ASÍ FUE EL ARRESTO
El ranchero tomó la mano de la "Señorita Lucero" y la hizo girar, como si fuera parte de una escena romántica. Al fondo, Minnie Mouse y el pollo gigante parecían estar listos para continuar con el show, pero todo se detuvo de golpe cuando se escuchó la señal: “¡Ya, ya, ya!”.
De pronto los agentes del Grupo Terna, con chalecos policiales y armas reglamentarias, rodearon a la mujer y rápidamente la detuvieron. El operativo culminó en segundos, con la delincuente siendo esposada y cateada, mientras los agentes ingresaban a su domicilio para una revisión exhaustiva.
Esto permitió evitar complicaciones legales que hubieran requerido una orden de allanamiento, dado que la intervención se produjo en un área pública. Con la operación, la temida Lucero, quien había estado eludiendo a las autoridades por delitos relacionados con fraude y otros cargos graves, fue finalmente capturada.