VIDEO | En una piscina en un rascacielos, así vivió una turista el sismo de 7.7 en Tailandia

Las imágenes son increíbles y los internautas reaccionaron sorprendidos; hasta la fecha, el terremoto ha cobrado la vida de casi dos mil personas

VIDEO | En una piscina en un rascacielos, así vivió una turista el sismo de 7.7 en Tailandia

El 28 de marzo, la tierra volvió a rugir con gran fuerza en Myanmar y Tailandia, donde la desgracia se hizo presente para cobrar cerca de dos mil vidas, así como dejar numerosos heridos y afectaciones materiales.

Los videos en los que se aprecia cómo enormes edificios hacen esa "danza" siniestra que presagian grandes tragedias, como la que se está viviendo en esa parte del mundo.

Y cómo no, si ambos países vivieron el terremoto de 7.7 grados en la escala de Richter que devastó construcciones y caminos, dejando en desgracia a muchas personas.

Fue a través de internet que el mundo se enteró cómo los ciudadanos de ambas naciones vivieron el terremoto, y se ve la "danza siniestra" de los edificios.

En otros se ve cómo se desploman rascacielos de varios pisos en construcción, atrapando en su interior a quienes no pudieron salir.

ASÍ SE VIVIÓ EL TERREMOTO EN TAILANDIA EN LA ALBERCA DEL RASCACIELOS

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Sin embargo, uno que llamó la atención fue el de unos edificios en Bangkok, los cuales en la parte alta tenían albercas, pues el sacudimiento de tierra llegó a lo más alto, provocando que el agua de las piscinas se saliera y formara cascadas por los lados de los rascacielos.

Y es en ese momento que una turista, que tomaba el sol en la alberca siente el temblor, por lo que toma su teléfono y empieza a grabar.

La cámara apunta a la alberca, donde se ve cómo el agua empieza a bambolearse de un lado a otro, derramándose con intensidad y formando olas que salieron proyectadas hasta el suelo, apoderándose el temor en todos, ya que el edificio podría desplomarse, como pasó con otros.

El video ha generado gran sorpresa entre los internautas, quienes además alcanzaron a bromear en torno al hecho, pues hasta se lee que hasta los ingenieros responsables de la obra debían felicitar; mientras que otros felicitaban a los turistas por mantener la calma, mientras que otro destacó que era la primera vez que no veía gente correr ni gritar.