Hoy, 9 de abril, la Iglesia Católica recuerda su vida y obra, y miles de fieles se encomiendan a Santa Casilda, especialmente aquellas mujeres que atraviesan dificultades de salud relacionadas con su sistema reproductivo. Su ejemplo de fe, generosidad y valentía sigue siendo un faro de esperanza para muchos.
El santoral de hoy, 9 de abril, la Iglesia Católica honra a Santa Casilda de Toledo, una princesa árabe que, movida por la caridad y la fe, se convirtió al cristianismo y alcanzó la santidad.
Su vida, marcada por la generosidad, la valentía y un profundo deseo de ayudar a los demás, sigue siendo fuente de inspiración, especialmente para las mujeres que padecen enfermedades ginecológicas.
¿QUIÉN FUE SANTA CASILDA DE TOLEDO?
Santa Casilda nació a principios del siglo XI en lo que hoy conocemos como España, durante un periodo en el que la región estaba bajo dominio de los árabes. Hija de Al-Mamún, el emir de Toledo, un hombre conocido por su crueldad hacia los cristianos, Casilda creció en un ambiente de contrastes. Su madre, que se cree era cristiana, fue quien influyó en la joven princesa y la acercó a la vida católica.
Desde temprana edad, Casilda mostró un carácter fuerte y una inclinación hacia la piedad. A pesar de ser hija de un gobernante opresivo, se destacó por su generosidad y compasión hacia los prisioneros que su padre mantenía encarcelados.
Sin que nadie lo supiera, Casilda visitaba las mazmorras donde se encontraban muchos cristianos, llevando con ella alimentos y medicinas escondidas en sus ropas. Fue gracias a su cercanía con estos prisioneros que comenzó a conocer más sobre el cristianismo, y uno de ellos sería quien, años después, la bautizaría.

¿POR QUÉ ES PATRONA DE LAS MUJERES CON ENFERMEDADES GINECOLÓGICAS?
La vida de Santa Casilda estuvo marcada por una enfermedad que la acompañó durante su juventud. Sufría de flujos de sangre, una afección que los médicos de la época no pudieron curar.
Desesperada, un prisionero le sugirió un remedio poco convencional: bañarse en los lagos cercanos al monasterio de San Vicente, en Briviesca, un lugar en el Reino de Castilla. Aunque su padre había perdido toda esperanza de curarla, accedió a que su hija hiciera el viaje acompañada de una comitiva real, que incluía cristianos, en secreto.
Cuando Casilda llegó a los lagos y se sumergió en sus aguas, experimentó una sanación milagrosa. En ese momento, agradecida por el milagro, decidió pedir el bautismo, y fue allí donde, por primera vez, recibió la Sagrada Eucaristía. Esta experiencia fue el punto de inflexión que la llevó a dedicar su vida a Cristo y a la ayuda de los más necesitados.
Santa Casilda es conocida no solo por su vida de fe, sino también por los numerosos milagros que se le han atribuido, especialmente aquellos relacionados con enfermedades ginecológicas y problemas de fertilidad. Por ello, se ha convertido en la patrona de las mujeres que padecen estos tipos de afecciones, siendo invocada por quienes buscan consuelo y sanación.