Santoral de hoy, 21 de abril: San Anselmo de Canterbury, un defensor de la fe

Su vida es un testimonio de fidelidad a la fe, de amor por la verdad y de compromiso con la justicia

Santoral de hoy, 21 de abril: San Anselmo de Canterbury, un defensor de la fe

Hoy, 21 de abril, la Iglesia Católica celebra la festividad de San Anselmo de Canterbury, un teólogo, filósofo y arzobispo medieval cuya vida y legado continúan inspirando a fieles de todo el mundo.

 Nacido en Aosta, en el Reino de Borgoña, alrededor del año 1033, San Anselmo es recordado no solo por su profundo compromiso con la fe cristiana, sino también por su importante contribución al pensamiento teológico y filosófico de la Edad Media.

UN DEFENSOR DE LA IGLESIA

San Anselmo se unió al monasterio benedictino de Bec a una edad temprana, donde pronto demostró su gran capacidad intelectual. Su obra más conocida, el Proslogion, refleja su capacidad para combinar la fe con la razón, un concepto que le valió una enorme reputación como pensador. En 1093, fue nombrado arzobispo de Canterbury, en Inglaterra, un cargo de enorme relevancia en la Iglesia de la época.

Su tiempo como arzobispo estuvo marcado por su lucha incansable por la autonomía de la Iglesia frente a las presiones del poder secular. San Anselmo defendió la autoridad papal, enfrentándose incluso a exilios y dificultades. Sin embargo, su fe y determinación nunca flaquearon.

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SU LEGADO EN LA TEOLOGÍA Y LA FILOSOFÍA

Además de su labor como líder religioso, San Anselmo es considerado uno de los más grandes pensadores de la Edad Media. Su método de razonamiento, conocido como el argumento ontológico, busca probar la existencia de Dios mediante la lógica. A pesar de los siglos que han pasado, sus escritos siguen siendo una referencia fundamental en el campo de la teología.

San Anselmo falleció el 21 de abril de 1109 en Canterbury, Inglaterra, y fue canonizado por el Papa Alejandro II en 1163.

ORACIÓN A SAN ANSELMO

El 21 de abril también es una oportunidad para reflexionar sobre su vida de devoción y sabiduría. Una de las maneras de conmemorar su legado es a través de la oración:

"Oh San Anselmo, tú que fuiste un gran defensor de la fe y un modelo de vida cristiana, intercede por nosotros ante Dios, para que podamos vivir con sabiduría y amor. Amén".