En el calendario litúrgico católico, cada 14 de abril se conmemora la vida y el legado espiritual de Santa Liduvina de Schiedam, una mística neerlandesa conocida por su inquebrantable fe en medio del sufrimiento y por ser considerada la primera persona con un posible caso de esclerosis múltiple.
¿QUIÉN FUE SANTA LIDUVINA?
Santa Liduvina, también conocida como Lidvina, Lidwina o Liduina, nació el 18 de abril de 1380 en Schiedam, en lo que hoy es Países Bajos. Desde muy joven enfrentó una vida marcada por el dolor físico, consecuencia de un accidente que dañó gravemente su columna.
A los quince años comenzó a manifestar síntomas de una enfermedad degenerativa que la dejaría postrada durante casi tres décadas.
A pesar de su condición, Liduvina encontró en su dolor un camino de unión con Cristo. Su vida se transformó en una ofrenda por la conversión de los pecadores y por la salvación de las almas. Animada por su fe, desarrolló una profunda vida de oración y entrega espiritual que la llevó a experimentar dones místicos como éxtasis, visiones celestiales y hasta curaciones milagrosas por su intercesión.
Uno de los momentos clave en su vida fue el encuentro con el Padre Pott, un sacerdote que le ayudó a entender el sufrimiento como un medio para acercarse más a Dios. Él le regaló un crucifijo y la animó a ver su dolor reflejado en la Pasión de Cristo.

MUERTE DE SANTA LIDUVINA
Liduvina falleció el 14 de abril de 1433, el día de Pascua, luego de tener una visión de Cristo administrándole el Sacramento de la Unción de los Enfermos. Su último deseo fue que su casa se convirtiera en un hospital para los pobres, lo que se cumplió poco después de su muerte.
Hoy en día, la Iglesia Católica la honra como patrona de quienes padecen enfermedades crónicas, y su tumba se mantiene como un lugar de peregrinación.
Santa Liduvina nos recuerda que incluso en medio del mayor sufrimiento, la fe puede dar sentido, esperanza y paz. Su historia sigue inspirando a muchos a encontrar fortaleza en la adversidad.
