Este año, varios productores mexicanos lograron destacarse en un certamen internacional de quesos, obteniendo diversas medallas en un evento que reunió a miles de quesos provenientes de todo el planeta. Y es que, aunque México es mundialmente reconocido por sus tortillas, tamales y tacos, la riqueza quesera del país es igualmente impresionante.
Desde quesos frescos hasta añejos, pasando por variedades hiladas y fundentes, la diversidad de sabores y texturas es una verdadera joya gastronómica.
VERSATILIDAD Y TRADICIÓN EN CADA BOCADO
- Queso Fresco:
El queso fresco es uno de los ingredientes más emblemáticos de la gastronomía mexicana. Su sabor suave, ligeramente salado y su textura cremosa lo convierten en el acompañante perfecto para tacos, frijoles, sopes, ensaladas y otros platillos tradicionales.
- Queso Panela:
El queso panela es uno de esos quesos que ofrece una textura firme y una estructura que lo hace perfecto para ser asado sin perder su forma. Su sabor es suave y su textura jugosa, lo que lo convierte en una opción ideal para acompañar ensaladas, frutas o incluso para dorar en el sartén.
- Quesillo Oaxaca:
Su textura hilada y su suavidad lo convierten en el complemento perfecto para quesadillas, tlayudas y chiles rellenos, o para cualquier platillo que requiera un "cheese pull" digno de redes sociales. Proveniente de la tradición oaxaqueña, este queso comparte su técnica de elaboración con la mozzarella italiana, pero con un sello distintivo que lo hace inconfundible.
- Queso Asado:
El queso asado es la elección ideal para aquellos platillos que requieren un gratinado perfecto. Cremoso, suave y con un punto de fundido casi cinematográfico, es el acompañante ideal para quesos fundidos, enchiladas y chiles rellenos:
- Queso Menonita:
El queso menonita es una mezcla perfecta entre la suavidad de los quesos mexicanos y la intensidad del cheddar. Fundible y mantequilloso, se caracteriza por su sabor más fuerte y su capacidad para integrarse perfectamente en nachos, tortas, fundidos o chiles rellenos.
- Queso Cotija:
El queso cotija es conocido como el "parmesano mexicano" gracias a su textura firme y su sabor salado, ideal para rallar y espolvorear sobre una amplia variedad de platillos. Desde elotes y sopas hasta ensaladas y frijoles, su presencia es inconfundible en la cocina nacional.
- Queso Añejo:
Ideal para rallar sobre enchiladas, pasta, guisados y otros platillos que requieren un toque de sabor más robusto. Aunque este tipo de queso se elabora a partir de quesos frescos, su proceso de maduración lo convierte en un ingrediente gourmet. En algunas variedades, incluso se cubre con chile en polvo, añadiendo una dimensión extra de sabor.
Cada uno de estos quesos refleja la diversidad y riqueza cultural de México, un país que no solo se distingue por su cocina, sino también por su capacidad para transformar ingredientes tradicionales en productos de calidad internacional. Con una variedad tan amplia, no es de extrañar que el queso mexicano esté ganando cada vez más reconocimiento a nivel global.




