La Cuaresma dio inicio el pasado 5 de marzo, y desde entonces el color morado ha comenzado a destacar en altares, vestimentas y decoraciones de templos católicos en todo el mundo. Aunque su presencia es evidente en este periodo litúrgico, son pocos los que conocen el profundo simbolismo que encierra este color dentro de la tradición católica.
COLORES MÁS USADOS EN LAS CELEBRACIONES CATÓLICAS
En la Iglesia Católica, los llamados colores litúrgicos se utilizan durante celebraciones, fiestas y misas, con el objetivo de transmitir un mensaje específico dependiendo del tiempo del año litúrgico.
Los principales colores son blanco, verde, rojo y morado, aunque también se usan en ciertos momentos el rosa, azul y negro. Cada uno de ellos tiene un significado especial y aporta un matiz único a las ceremonias religiosas.
¿QUÉ SIGNIFICA EL COLOR MORADO EN SEMANA SANTA?
El color morado, en particular, está estrechamente ligado a lo espiritual y a la introspección. Simboliza la pasión y muerte de Cristo, y representa la meditación, el arrepentimiento y la preparación interior.
Es por ello que se utiliza especialmente durante el Adviento, la Cuaresma y en las celebraciones litúrgicas dedicadas a los difuntos. En este contexto, el morado indica penitencia, austeridad, esperanza y el deseo profundo de acercarse a Jesús.
SIGNIFICADO DEL COLOR MORADO A TRAVÉS DE LA HISTORIA
Desde una perspectiva histórica, el morado ha sido tradicionalmente un color de exclusividad y poder. Era usado por nobles y reyes, debido a la dificultad de obtener el tinte, que provenía de un molusco marino.
En Roma antigua, una ley prohibía a la plebe usarlo, reservándolo únicamente para la nobleza. En el Imperio Bizantino, incluso los edictos imperiales eran escritos en púrpura. Esta exclusividad se mantuvo hasta 1856, cuando el químico inglés William Henry Perkin descubrió accidentalmente un tinte púrpura sintético, democratizando su uso al hacerlo más accesible.
Además, desde una óptica simbólica, el morado es el color con la longitud de onda más corta del espectro visible, lo que lo relaciona con lo oculto, lo encubierto y la transición a lo desconocido, según el artículo Historiografía de los colores publicado por la revista Litoral.
Hoy en día, aunque ya no es exclusivo de la nobleza, el morado mantiene su profundo simbolismo religioso. En la fe católica sigue representando la introspección y la preparación espiritual, recordando a los fieles la importancia de la conversión, la penitencia y la esperanza durante los tiempos litúrgicos más solemnes.