El pasado 24 de diciembre, en plena víspera navideña, un video comenzó a circular en redes sociales y rápidamente despertó la ternura de miles de usuarios. En las imágenes se observa a un perrito callejero jugando con un peluche afuera de una tienda Miniso, escena que no tardó en volverse viral por su inocencia y emotividad.
El hecho ocurrió en una sucursal ubicada dentro de Plaza Las Américas, en la ciudad de Mérida, Yucatán. De acuerdo con testigos, el cachorro ingresó al establecimiento y, tras revisar varios juguetes, tomó uno de los ositos de peluche y salió con él en el hocico, como si se tratara de un tesoro recién elegido.

EL TIERNO “ROBO” QUE CONQUISTÓ A TODOS
Al notar lo sucedido, empleados de la tienda intentaron retirar el peluche, pero el perrito se negó a soltarlo. La escena llamó la atención de clientes y personas que se encontraban en el lugar, quienes, conmovidos, decidieron reunir dinero para pagar el juguete y permitir que el cachorro se quedara con él.
El momento fue grabado y compartido en redes sociales, donde miles de usuarios reaccionaron con mensajes de cariño, bromas y llamados para que alguien le diera un hogar al perrito, que hasta entonces vivía en situación de calle.
Dos días después, la página de Facebook “Yucatán Hermoso” confirmó una noticia que llenó de alegría a los internautas, el perrito había sido adoptado. Su nuevo dueño, identificado como Allan, compartió un video donde explicó cómo inició la búsqueda del cachorro tras conocer la historia.
Según relató, recorrió durante varias horas el estacionamiento y los alrededores de la plaza comercial hasta encontrarlo cerca de las 2:00 de la madrugada, solo y sin su peluche. Sin pensarlo, decidió llevarlo a casa y darle una nueva oportunidad de vida.
THOR, UN NUEVO COMIENZO
El perrito fue nombrado Thor y, de acuerdo con las imágenes compartidas por su adoptante, ahora se encuentra lleno de energía y felicidad. Además, la organización “Esterilizando Patitas” se ofreció a brindarle atención médica, vacunas, desparasitación, estética y el proceso de esterilización.
Disfruta de paseos, caricias y un entorno seguro, rodeado del cariño que antes le faltaba. La historia ha generado cientos de comentarios positivos en redes sociales, donde usuarios celebran el gesto y destacan cómo una acción sencilla puede transformar la vida de un animal.
Este caso se ha convertido en un ejemplo del impacto que pueden tener la empatía, la solidaridad y el alcance de las plataformas digitales cuando se usan para hacer el bien.




