La coordinadora de la Casa de la Mujer Indígena en Navojoa, dijo que mensualmente se atienden entre 50 y 60 mujeres víctimas de violencia
Por: Édgar Coronado
A no normalizar los casos de violencia a la mujer en las comunidades rurales del Sur de Sonora y denunciar si se es víctima, llamó la Casa de la Mujer Indígena (CAMI) en Navojoa para reducir el registro de violencia, antes de llegar al feminicidio.
Olga Delia Vázquez, coordinadora de CAMI “La Paloma” ubicada en San Ignacio, Navojoa, explicó que desde el 2009 han trabajado en los municipios de Navojoa, Etchojoa y Benito Juárez para prevenir el índice de violencia a la mujer y trabajar en la salud sexual y reproductiva en el Sur de Sonora.
Mensualmente apuntó, se llega a dar atención a entre 50 y 60 mujeres, quienes son víctimas de algún tipo de violencia, a través de 22 grupos en el que se involucran 11 mujeres campesinas y capacitadas para concientizar y sensibilizar sobre el cómo limitar las agresiones en el núcleo familiar y poner un alto a la violencia.
Como antecedente, recordó que años atrás, la violencia hacia la mujer indígena era normalizada e incluso era considerado como algo común el que la mujer sufriera malos tratos, sumado al temor que existía por ser juzgadas y la poca confianza hacía las autoridades, logrando con el paso de los años el eliminar esas creencias y sumándolas a denunciar
Actualmente, mencionó que las comunidades como los Buayums y el Salitral en Etchojoa, además de Sinahuiza, Buiyacusi, La Potable en Navojoa, es donde mayormente se registran casos de violencia a las mujeres indígenas, sectores donde en los últimos años se ha logrado brindar orientación y apoyo psicológico para reducir la presencia de violencia en las familias.
“Nosotros lo que buscamos es que no se normalice el registro de violencia a las mujeres, concientizarlas de que no es algo que se debe dejar pasar y apoyarlas a que logren denunciar”, resaltó.
La coordinadora de CAMI, agregó que en el país se cuenta con 60 Casas de la Mujer Indígena, con lo que se busca apoyar a quienes son víctimas de violencia y ayudarlas a denunciar antes de que se presente algún daño irreparable.
Son tres municipios del Sur de Sonora que son atendidos por la CAMI, en por lo menos 22 comunidades del área rural.