Piden salvar al río

La CNA debe soltarle agua, demandan

Por: Raúl Armenta Rincón

El Río Mayo, uno de los principales recursos naturales con que cuenta esta región, sigue deteriorándose cada vez más ante la falta de una atención adecuada de los tres niveles de Gobierno.

Ante esta problemática, una de las alternativas de solución que se plantean de manera recurrente es la de que el afluente sea autorizado por la Comisión Nacional del Agua como un usuario más del Distrito de Riego 038.

De hecho, esta demanda fue incluida en el Plan de Justicia Mayo, que implementa el Gobierno Federal, ya que el río está dentro de territorio yoreme y pasa por muchas comunidades de la etnia.

“Es que sólo así, con agua que le fluya, podrá salvarse”, coincidieron en señalar Juan Pérez Gil, Isidro Gocobachi Valenzuela, Indalecio AlcántarNeyoy y Miguel Ángel Parra, representantes de la tribu en los municipios de Navojoa, Etchojoa y Huatabampo, respectivamente.

“Esperemos que las autoridades den respuesta realmente a esta exigencia y reclamo de miles de indígenas, que vemos cómo poco a poco perdemos una riqueza natural muy nuestra”, afirmó Pérez Gil, quien es asesor legal de los gobernadores tradicionales.

Explicó que la demanda de la etnia representa un derecho ancestral, constitucional, pero sobre todo un derecho internacional sustentado en el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), además de que está sustentado en la Carta de los Principios y Derechos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Indicó que, desde Tesia hasta la desembocadura del río, se ha perdido mucha fauna y flora, desapareciendo diversas especies de animales y árboles y plantas nativas medicinales.

“Todo esto que está pasando con el río, que está seco, talado, cada vez con menos árboles y contaminado en muchas partes, representa un atentado a la ecología y al derecho al agua y desarrollo del pueblo originario de esta región”, remarcó.

Señaló también que el afluente representaba un sostén de muchas familias que se dedican a las artesanías y que, ahora, al no haber agua, no hay carrizo o guásima, de tal forma que muchos indígenas atraviesan por una difícil situación.

 Pérez Gil dijo que la Conagua debe hacer a un lado sus esquemas, que “son muy cerrados”, y autorizar volúmenes considerables para que el Río Mayo pueda volver a la vida.

“Debe tener agua para que se recupere la flora, la fauna, los mantos freáticos y se pueda otra vez reforestarlo con programas reales, sostenidos y no aislados o para la foto nada más, entre otros beneficios que abrirían muchas oportunidades para miles de hermanos yoremes”, manifestó.

“Esto es como un cuerpo humano que, si no cuenta con sangre que corra por él, pues se seca y se muere”, comparó Miguel Ángel Parra.

Reconoció que están en una lucha muy difícil, debido a los muchos intereses que existen entre las autoridades en la materia y los agricultores y que han impedido concretarla, pero de cualquier modo insistirán en esta lucha.

“No es un capricho o una ocurrencia, sino algo más que justificado lo que estamos pidiendo, porque tiene que ver con el agua y la vida, así como nuestras tradiciones, porque también estamos perdiendo en esto en nuestras artesanías, insisto, y en añejas costumbres”, dijo Isidro Gocobachi.

“Por ejemplo, ahora con lo del baño de San Juan en Pueblo Viejo, es lamentable que ya ni siquiera podamos bañarlo como antes, como lo marca la tradición, al no haber agua”, agregó.

Por su parte, Indalecio Alcántar subrayó que se necesita aprovechar la gran oportunidad histórica que representa el Plan de Justicia, para que precisamente haya justicia para su pueblo en este asunto.

Aclaró que con lo anterior no se trata de conflictuarse con nadie, sino que simplemente se está pidiendo el respeto a los derechos de la etnia en cuanto al río, que representa “una continuidad de lo que fuimos, de lo que somos y lo que seremos y le vamos a dejar a las nuevas generaciones”.

DATO: Los representantes mayos mencionaron que otro de los daños es la explotación ilegal e indiscriminada de bancos de arena en el cauce, lo que daña las raíces de los árboles, los cuales también son quemados para sacar leña.

Indicaron que, a lo largo del río, como por ejemplo a la altura del Municipio de Etchojoa, es posible observar esas prácticas nocivas, ante la indiferencia de las autoridades de Ecología.

“No hay vigilancia, por lo que sigue imparable la explotación indebida de arena por parte de muchas empresas constructoras, de las cuales varias no cuentan con los permisos correspondientes por parte del Gobierno Federal”, manifestaron.

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