Algunos de los relatos de los hermosillenses sobre ellos los asocian con la Guerra Cristera, tesoros escondidos o a sociedades secretas
Por: Marcela Islas
Durante años, las leyendas sobre una red de túneles secretos bajo las calles de Hermosillo han cautivado la imaginación de sus habitantes. Sin embargo, la historia real detrás de estos supuestos pasadizos subterráneos es mucho más sencilla y fascinante a la vez.
HISTORIA DE HERMOSILLO
Lo que muchos hermosillenses conocen como túneles son en realidad antiguos sistemas de riego conocidos como acequias. Construidas a finales del siglo XVIII, estas estructuras servían para llevar agua desde el río Sonora hasta las casas y cultivos de la ciudad.
Con el paso del tiempo, y debido a la expansión urbana, estas acequias fueron cubiertas para dar paso a las calles y edificios actuales. Las historias de ellas se convirtieron en leyendas urbanas entre la población hermosillense.
El gobernador Pedro Corbalán fue el visionario detrás de este ambicioso proyecto de ingeniería. Las acequias, como la del Chanate, la del Común y la del Alto, eran vitales para el suministro de agua de la ciudad y permitieron que Hermosillo floreciera como un centro agrícola. Su diseño permitía distribuir el agua por gravedad, sin necesidad de bombas o sistemas de bombeo.
LEYENDAS VS. REALIDAD
Algunos de los relatos sobre estas acequias las asociaban con la Guerra Cristera, sugiriendo que servían como rutas de escape o escondites para los perseguidos. Otros las vinculaban a tesoros escondidos o a sociedades secretas. Sin embargo, la investigación histórica ha demostrado que estas historias carecen de fundamento.
Las acequias de Hermosillo representan un importante legado histórico y arquitectónico. Son un testimonio del ingenio y la adaptación de los primeros habitantes de la ciudad a su entorno natural. Aunque muchas de ellas se encuentran ocultas bajo tierra, su existencia sigue siendo un recordatorio de la importancia del agua en el desarrollo de la región.
¿QUÉ HACER SI ENCUENTRAS UNA ACEQUIA?
Si durante una remodelación o construcción encuentras lo que crees que podría ser una acequia, es importante notificar a las autoridades correspondientes, como el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) o el Ayuntamiento. Estos vestigios históricos deben ser protegidos y estudiados para comprender mejor el pasado de nuestra ciudad.
En conclusión, las leyendas sobre túneles secretos en Hermosillo son un reflejo de la rica imaginación de su gente. Sin embargo, la realidad histórica es mucho más fascinante y nos muestra cómo una simple infraestructura, como un sistema de riego, puede convertirse en parte del tejido social y cultural de una ciudad.