Desde el 24 de octubre la etnia enclavada en el sur del estado comenzó las celebraciones para recibir a sus familiares fallecidos
Por: Raúl Armenta Rincón
De origen prehispánico es la conmemoración del Día de Muertos, cuyos preparativos dentro de la etnia Mayo inicia con la instalación de tapancos en los ocho pueblos indígenas en el sur de Sonora.
El cobanaro Mayor de Pueblo Viejo, José Manuel Maldonado Osuna, explicó que a pesar de culturas extranjeras como el "Halloween", la conmemoración del Día de Muertos continúa vigente dentro de la costumbre yoreme.
“Esta tradición sigue siendo muy reconocida, pero siempre debemos tratar de fortalecerla, porque al igual que otras que tenemos en el año, nos identifican y unifican como región”, manifestó.
El elemento principal de esta celebración que comienza desde el 24 de octubre con la novena, detalló, es la instalación del tapanco.
TODO UN RITUAL
Para su elaboración, abundó, indígenas Mayos se levantan temprano ese día, van al monte más cercano y buscan horquetas y carrizo verde.
Después, ya en el patio de su casa, al aire libre, clavan las horquetas en la tierra y con el carrizo, tejen el tapesti, una especie de tarima, que acondicionan y sobre ella, colocan arriba de las horquetas, una tela bordada.
Se trata de una tracición familiar, donde el resto de la familia preparan los alimentos tradicionales tales como el “wacabaqui”, frijol, gallina pinta, nopales, elotes, tamales, quelite, verdolagas; también bebidas, como agua, café, jícopo, y reúne frutos silvestres como pitahayas, uvalamas, naranja, toronja y limón.
PARTICIPA TODA LA FAMILIA
También en los tapancos se colocan flores de la región, además de veladoras, cuya cantidad es determinada por el número de difuntos de cada familia.
José Manuel Maldonado Osuna indicó que cuando la ofrenda queda terminada, los integrantes Mayos tiran cohetes y tocan tambores para anunciar al cielo que deje bajar al espíritu, el alma de sus muertos, el alma de los fariseos, pascolas, matachines, fiesteros y cobanaros que se adelantaron en el camino, para que asistan a la ofrenda.
UNA TRADICIÓN PREHISPÁNICA
El cobanaro mayor de Pueblo Viejo señaló que, de acuerdo a creencias y estudios, el tapanco es una evocación de la estructura donde, en la época prehispánica, cremaban a sus muertos; y se ponen en alto porque los muertos ya no tocan el suelo, por ser entes del alma.
Indicó que los elementos principales del tapanco son el olor, porque éste es el que guía mejor al alma de los muertos hacia la ofrenda que se les está brindando, y es por ello que las horquetas deben ser verdes, no secas, es decir, aún con olor, al igual que el carrizo, los alimentos y las flores; otros elementos importantes, añadió, son la luz, el color y el sonido.
Destacó que uno de los aspectos valiosos y sobresalientes de estas costumbres indígenas es que, alrededor del tapanco, se fortalecen y unifican las familias, porque las tareas para elaborarlo se reparten entre todos sus integrantes.
Las celebraciones terminan el 2 de noviembre, cuando los fiesteros llevan al panteón parte de las ofrendas de sus casas y las entregan en la Cruz del Perdón. Se dice que estas ofrendas son para los difuntos que no tienen familiares o para los que no les ponen tapanco.
SEMILLAS Y LAS COSECHAS
En algunos pueblos, durante el resto del mes, los Mayos colocan agua y semillas en los tapancos, ya que consideran que las semillas serán bendecidas por las almas, en recompensa por la ofrenda brindada, y que por lo tanto obtendrán buenas cosechas, como por ejemplo, de frijol, maíz, sandía, tomate, calabazas, entre otros cultivos.
José Manuel Maldonado reconoció que el “Halloween” sigue siendo apoyado por la mercadotecnia y el consumismo, pero a la vez se han notado esfuerzos por parte del Gobierno e instituciones educativas para inculcar y fomentar entre las nuevas generaciones la cultura de nuestras etnias.
“Pero debemos aceptar que mucha gente no conoce esta costumbre muy nuestra del Día de Muertos y que representa una gran riqueza cultural, de mucho valor, que debe por lo tanto ser más promovida y apoyada”, destacó.
Las celebración del Día de Muertos se realiza en Conicárit, Camoa, Tesia, Cochuirimpo, San Ignacio, Etchojoa, Júpare y Pueblo Viejo, que son los ocho pueblos mayos.