Maestros de Unison denuncian contaminación en su sangre por falta de equipo de protección

En los análisis clínicos que les han practicado a alrededor de 15 de ellos, han detectado niveles elevados de cobre y otros metales en su sangre

Por: Sebastián Moreno

Maestros de las áreas de Químico Biológicas de la Universidad de Sonora denunciaron elevados niveles de contaminación de metales pesados en su sangre debido a la falta de equipo de protección en su labor.

Dijeron que durante años han trabajado en proyectos de investigación y en la academia sin contar con mascarillas de protección, salvo que ellos mismos las compren, y que las condiciones de los laboratorios son inseguras al grado que ni siquiera disponen de extractores.

En los análisis clínicos que les han practicado a alrededor de 15 de ellos, han detectado niveles elevados de cobre y otros metales en su sangre, lo que evidentemente afecta su salud a mediano y largo plazo al quedar vulnerables a padecer cáncer.

El maestro Antonio Romo Paz, del área de Químico-Biológicas, expuso que de los 15 maestros a los que se les hicieron estudios, a cuatro de ellos, incluyéndolo a él, dieron valores de alerta en arsénico, cadmio, plomo  y manganeso.

“No salimos por arriba de la norma, salimos un poco por debajo pero no hay razón para que tengamos cadmio, plomo o manganeso en alta cantidad, entonces estamos en mucho riesgo y la Universidad no reconoce este estado de riesgo”, indicó.

Su compañero Luis Alberto Núñez, del Departamento de Investigación Científica y Tecnológica de la Universidad de Sonora (Dictus), expuso que realizan su trabajo en condiciones de riesgo, ya que reciben muy poco equipo de protección.

“Y eso fue una gestión que hizo el Sindicato de Maestros para poder tener más seguridad”, aclaró.

La labor de los técnicos académicos es preparar sustancias para hacer las prácticas que realizan los estudiantes e varias carreras como geología, minería y químico-biológicas.

“Los estudiantes han estado expuestos como los maestros, porque las sustancias contaminantes están ahí en los laboratorios, el problema es para los maestros porque sus cubículos están ahí mismo”, expuso.

El punto es que durante años, los profesores de esas áreas han estado respirando el aire con las partículas de eso metales que provocan problemas de salud, refirió, por lo que piden a las autoridades de la Universidad que haya programas preventivos de control y análisis de sangre periódicamente para ellos.

“Durante años han estado trabajando y respirando esos vapores”, comentó.

El maestro Édgar Sandoval enfatizó que es un problema añejo.“Esta lucha que hemos tenido los técnicos el Sindicato en conjunto se ha dado porque hemos visto condiciones de salud que afecta de manera directa”, indicó.

Hay una comisión mixta entre sindicalizados y autoridades de la Universidad donde se reconocen las necesidades de equipo y protección personal así como el mantenimiento del equipo para prevenir afectaciones.

“Pero los apoyos o lo que se invierte en eso es insuficiente porque inclusive, la capacitación no está incluida”, puntualizó, “el problema es que hay que presionar para que reconozcan la situación en la que estamos”.

Lo que urge, dijo, es que se les apoye más para protección personal, con equipo para contención y atender a la gente que se detectó con problemas de salud derivados de esta situación.

MONITOREO DE METALES PESADOS 

“Ya hay cuatro personas afectadas y lo que estamos solicitando es un monitoreo periódico de metales pesados en sangre y orina, atención por médicos toxicólogos porque aquí en Sonora de esa especialidad, queremos que también sean evaluados otros técnicos académicos que tienen riesgo laboral, que nos evalúen con marcadores moleculares por riesgo de cáncer.

“Que la Universidad nos reconozca que trabajamos bajo riesgo laboral y también exigimos una compensación económica por riesgo laboral”, indicó.

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