La Comisión Estatal de los Derechos Humanos reveló las cifras de expedientes relacionados con este tema, para darle la importancia a las denuncias
Por: Sebastián Moreno
El miércoles 26 de este mes es el Día Internacional en Apoyo a Víctimas de Tortura, situación que es preocupante para autoridades de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH).
En Sonora, de acuerdo a las estadísticas oficiales de la Comisión, hasta el 2023 se elaboraron 48 dictámenes en materia de tortura, expedientes integrados por personal que forma parte de la Oficina para el Protocolo de Estambul, la primera que opera a nivel nacional.
Luis Fernando Rentería Barragán, actual presidente de la CEDH, destacó la labor realizada por su equipo de trabajo que ha logrado ganar la confianza del ciudadano para exponer los abusos de autoridad.
Dijo que con cifras demuestran que la CEDH sí interviene y se convierte en ese ente que realmente defiende a la persona ante la ejecución de acciones de abuso.
Además de los 48 dictámenes en materia de tortura que realizó la Oficina para el Protocolo de Estambul, refirió que tienen 456 soluciones satisfactorias (50 por ciento más que el año 2022) y, en términos reales, también el número más alto en la historia de la Comisión).
Los casos de tortura involucran a elementos de corporaciones policiacas municipales y estatales, quienes quedan bajo la investigación de la autoridad correspondiente que es la encargada de aplicar las sanciones conforme a lo que marca la ley.
También destacó la emisión de recomendaciones para casos graves de violaciones de derechos humanos que no se resolvieron por la vía de medida cautelar.
CRIMEN DE LESA HUMANIDAD
Para la Organización de las Naciones Unidas, la tortura se clasifica como un crimen de lesa humanidad y es sancionada por el Derecho Internacional.
Esto significa que todos los países deben cumplirla, aunque no hayan firmado tratados específicos que prohíban la tortura.
Su práctica sistemática y generalizada constituye un crimen contra la humanidad.
El 12 de diciembre de 1997, la Asamblea General
proclamó el 26 de junio Día Internacional de las Naciones Unidas en Apoyo de las Víctimas de la Tortura, con vistas a la erradicación total de la tortura.