Las autoridades permitieron una averiguación en contra de un tipo por perversión de menores y se ordenó su encarcelamiento como medida cautelar
Por: Edel Osuna
Con ayuda del gigante informático, Google, la Unidad Especializada en Combate a la Trata de Personas y Corrupción de Menores, la Fiscalía de Guanajuato rescató a una menor que era víctima de abuso sexual; el detenido fue identificado como Eduardo “N”.
Al depravado de 28 años de edad es originario del municipio Jerécuaro, Guanajuato, y se le sorprendió en posesión de contenido pornográfico, pues había un video que el pervertido grabó cuando viola a una niña.
A raíz de ello, Eduardo fue vinculado a proceso y se encuentra recluido en la cárcel, en espera de los resultados de la investigación por parte de la Fiscalía, pues el juez de Garantías autorizó la investigación para dar con él.
De acuerdo con los primeros resultados, el tipo ejercía violencia sexual contra la menor, a quien tenía amenazada, ejercía abuso coactivo e intimidatorio de una relación de dependencia, de autoridad, o de poder.
En torno al caso, la Guardia Nacional (GN), en materia de trata de personas, en conjunto con la empresa Google, detectó el almacenamiento de videos con contenido pornográfico infantil en su plataforma.
Es de destacar que el gigante informático está obligado a informar cualquier caso de abuso infantil del que cuente con evidencia en sus servidores, por lo que la GN fue alertada del caso.
Asimismo, la autoridad federal pidió la intervención de la Fiscalía General del Estado, como autoridad competente, y con esto la Unidad Especializada en Combate a la Trata de Personas inició la investigación, misma que tuvo una duración de varias semanas.
En cuanto a la Unidad Especializada en el delito de trata, se contó con evidencia basada en la explotación de información y comunicación, e identificó y recató a la pequeña, además de identificar, localizar y arrestar al agresor en Jerécuaro.
En la actualidad, la víctima está en proceso de recuperación, con atención sicológica, en tanto que el agresor espera en una prisión; podría ser condenado.