Al inicio, las autoridades pensaron que se trataba de una víctima; sin embargo, luego se percataron del segundo atentado
Por: Oviel Sosa
Dos jóvenes se suman a la fría lista de ejecuciones que se han registrado en el naciente 2023, los cuales representan los asesinatos números 7 y 8 del mes de enero, en lo que respecta al municipio de Cajeme, sin contar una persona que fue baleada el 29 de diciembre y murió el 1 de enero en el Hospital General de
Obregón(HGO).
EL ATAQUE ARMADO
Alrededor de las 15:30 horas de este miércoles, el pánico invadió el fraccionamiento San Gabriel, asentamiento humano que se ubica al poniente de la ciudad.
En dicha zona, dos individuos fueron acribillados a balazos; de acuerdo con testigos, el episodio sangriento inició en la esquina de las calles Acuario y Ara, punto donde se encontraban dos jóvenes arriba de una motocicleta cada uno.
Al lugar llegaron tipos armados a bordo de un vehículo sedan, y uno de ellos accionó un arma de fuego cuyos proyectiles impactaron en uno de ellos; el otro, al ver la situación, aceleró la liviana unidad e intentó huir de los gatilleros, pero metros más adelante, cuando se desplazaba por el bulevar Orión, le dieron alcance y le dispararon en repetidas ocasiones.
Las detonaciones alarmaron a los vecinos del sector, quienes avisaron a las autoridades, lo que generó que se activará código rojo, y lo cual desató una intensa movilización policiaca.
A los minutos, al sitio arribaron elementos de diversas corporaciones, y la atención de los uniformados se centró en la primera víctima, pues se desconocía del segundo ataque.
Paramédicos revisaron al afectado, que quedó a un costado de la motocicleta, quienes establecieron que ya no presentaba signos vitales.
La zona fue acordonada con cinta amarilla, y los oficiales iniciaron con las indagatorias para levantar el reporte del suceso.
HALLAZGO DEL SEGUNDO EJECUTADO
Minutos después se desplazaron al otro punto a la calle donde estaba la segunda víctima sin vida, producto de las heridas que le causaron los proyectiles de arma de fuego.
De manera extraoficial se manejó que los finados respondían a los nombres de Ramón Isaac y Wilfredo, cuyas edades oscilaban entre los 20 y los 25 años.
Peritos de la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE) marcaron con conitos amarillos las evidencias que localizaron en el sitio del crimen, tomaron nota para proceder con abrir una carpeta de investigación.
Al final los cadáveres fueron depositados en la Unidad de Servicios Médicos Forense (Semefo) y trasladados a la morgue, edificio en donde se procederá con las averiguaciones pertinentes entorno a la doble ejecución que se perpetró.