La pareja de esposos comentó que una de las reglas que tenían los secuestradores era no tocar a los niños y darles todo lo que ellos pidieran
Por: Eduardo Sánchez
Después de 17 días de haber permanecido secuestrados, amarrados, con los ojos tapados y torturados psicológicamente, Jimena Romo y Julio Villaseñor aseguran que es un milagro que estén vivos y a salvo.
Cuando se dirigían de regreso a su casa, después de un viaje de vacaciones en la Ciudad de México, fueron interceptados por policías municipales de Acatic, Jalisco. Los oficiales les dijeron que había una denuncia por el robo de la camioneta, lo que en ese momento les causó demasiado terror.
La joven pareja manifestó que siempre temieron por sus vidas, sobre todo por la de los dos menores que los acompañaban. “No sabíamos a donde nos llevarían, no sabíamos si íbamos a morir. Verdaderamente es un milagro que estemos vivos”, externó Jimena.
“Estábamos en la misma casa, pero en diferentes habitaciones. No nos golpearon, nos atendían bien. A pesar de la situación, tuvimos nuestras tres comidas diarias, agua, nos dejaban ir al baño. No nos decían nada, fue una gran incertidumbre pasar todo el día encerrados y no saber qué pasaría”, dijo Julio.
Jimena manifestó que había una regla de no tocar a los niños plagiados y darles lo que ellos pidieran.
Fueron los dos menores los primeros en ser liberados; la primera fue la pequeña Isabella, de un año y seis meses, en un lote baldío de La Barca.
“Me dijeron que la iban a entregar a mis familiares, pero claro que yo estaba incomunicada y no sabía si era verdad o no, pero ellos me dieron su palabra y la cumplieron gracias a Dios”, recordó Jimena.
Para Julio el principal motivo de la liberación de toda la familia se debió al impacto de los medios de comunicación, pues incluso sus secuestradores les dijeron que agradecieran a Dios por la oportunidad de ser liberados.
"Ya se van, serán liberados, denle gracias a Dios por esta oportunidad, porque son famosos”, fueron las palabras de uno de los secuestradores.
Añadieron que fueron liberados en un terreno, con dinero, para que pudieran tomar un taxi. Al no saber dónde se encontraban, caminaron sin rumbo fijo hasta llegar a una gasolinera en Zapotlanejo, donde pidieron ayuda al despachador para conseguir un taxi.
El pasado sábado fueron vinculados a proceso los siete agentes municipales de Acatic por el delito de desaparición forzada de persona agravada.
Jimena manifestó que ella no recuerda nada, ni la cara de los policías, pero espera que sean los que dicen ser. “Solamente Dios los perdone”, expresó.