El joven desapareció en Mexicali en 2019 y aunque nadie le daba esperanzas, ella siempre supo que lo volvería a abrazar
Por: Ofelia Fierros
Para María Guadalupe, el no saber de su hijo durante muchos años fue el calvario más grande que ha vivido, cuando desapareció en Mexicali, Baja California, en el año 2019.
Durante cuatro años lo buscó, siempre con la esperanza en su corazón de que lo volvería a abrazar, por lo que nunca se dio por vencida.
La angustiada madre contó que, pese a que algunos miembros de su familia, así como sus amigos no le daban buenos pronósticos, algo dentro de su corazón le decía que su hijo estaba vivo y que algún día lo volvería a ver y a abrazar.
Y lo que parecía imposible se volvió realidad, cuando en Mazatlán, Sinaloa, un taquero que había visto la foto del joven en una publicación de búsqueda de Facebook, le encontró parecido a un joven que deambulaba en situación de calle por el puerto.
El comerciante rápidamente se contactó con María Guadalupe, con los datos que encontró en la publicación, y con el más grande deseo de ayudarla para que se volviera a reencontrar con su hijo, la recibió y le ofreció hospedaje para que ella pudiera estar en Mazatlán.
Con el apoyo de la Policía Municipal localizaron a Alejandro deambulando por las calles y lo trasladaron al Centro de Seguridad Ciudadana.
El joven no entendía por qué lo detenían si no había cometido ningún delito, pero las autoridades lo resguardaron y lo sometieron a revisión médica, mientras él no imaginaba lo que le esperaba.
Gran sorpresa se llevó Alejandro al ver que su madre estaba en ese lugar, y al encontrarse, entre lágrimas se fundieron en un gran abrazo.