En los últimos años, la tendencia de tener plantas en casa ha crecido exponencialmente, ya que estas no solo embellecen cualquier espacio, sino que también contribuyen al bienestar físico y emocional.
Sin embargo, también es importante informarse sobre las especies que se adquieren para el hogar, ya que algunas se encuentran en una situación crítica debido a su explotación desmedida en la región.
ESTA ES LA PLANTA POR LA QUE PODRÍAN MULTARTE
La planta conocida como pata de elefante (Beaucarnea recurvata), endémica de México y presente únicamente en los estados de Oaxaca y Veracruz, ha sido víctima de su propia belleza y popularidad.
Su peculiar forma, asemejando la pata de un elefante, y su resistencia a condiciones adversas la han convertido en un objeto de deseo para coleccionistas y aficionados a la jardinería. No obstante, esta demanda ha desencadenado un comercio ilegal que amenaza su existencia en la naturaleza.

La Norma Oficial Mexicana NOM-059-Semarnat-2010, encargada de proteger la flora y fauna del país, ha catalogado a la pata de elefante como especie amenazada. Esto significa que su extracción, posesión y comercialización sin los permisos correspondientes son actividades ilegales y sancionables por la ley.
A pesar de ello, la venta clandestina de semillas, plántulas y ejemplares adultos persiste, impulsada por la falta de conciencia y la búsqueda de ganancias económicas a costa de la biodiversidad.
RIESGOS Y SANCIONES
La extracción desmedida de la pata de elefante de su hábitat natural ha provocado una disminución drástica de sus poblaciones silvestres. A esto se suma la destrucción de su entorno debido a la expansión de actividades humanas como la agricultura, la ganadería y el desarrollo urbano. Estos factores, combinados con la lenta tasa de crecimiento de la planta, agravan aún más su situación y la acercan peligrosamente a la extinción.
El artículo 420 del Código Penal Federal establece penas severas para quienes atenten contra la flora y fauna protegida, incluyendo la pata de elefante. Las sanciones pueden alcanzar hasta nueve años de prisión y multas que superan los miles de pesos. Estas medidas buscan disuadir el comercio ilegal y proteger esta especie emblemática de México.