Aquí te presentamos una alternativa exclusiva para ciertos ciudadanos que desean visitar el país americano, evitando el tedioso proceso de la visa
Por: Luis Valenzuela
La visa estadounidense se ha convertido en un requisito prácticamente ineludible para los viajeros extranjeros que aspiran a explorar Estados Unidos. Sin embargo, debido a la abrumadora demanda y al prolongado proceso, obtener esta visa puede ser una tarea árdua y demorada. Pero existe una opción para aquellos que residen en las zonas fronterizas: la tarjeta de ingreso temporal.
En comparación con el largo proceso de obtención de visa, la tarjeta de ingreso temporal se presenta como una solución más rápida y accesible para los ciudadanos fronterizos que desean visitar Estados Unidos.
¿QUÉ ES LA TARJETA DE INGRESO TEMPORAL A ESTADOS UNIDOS?
Esta tarjeta, conocida como Border Crossing Card (BCC) o B1/B2, tiene una apariencia similar a la de una tarjeta de crédito y cuenta con una vigencia de aproximadamente 10 años.
Está diseñada exclusivamente para ciudadanos mexicanos fronterizos, permite viajar a los estados de California, Arizona, Nuevo México y Texas. No obstante, es esencial someterse a una exhaustiva verificación de ciudadanía para obtenerla.
Es importante destacar que el uso de esta tarjeta para viajar más allá de los estados mencionados sin el permiso adecuado, representado por el Formulario I-94, puede resultar en un veto permanente para ingresar a Estados Unidos.
El trámite de la tarjeta de ingreso temporal está destinado únicamente a fines turísticos, lo que implica que el solicitante debe demostrar un plan concreto de regreso a México.
¿CUÁNTO CUESTA TRAMITAR LA TARJETA DE INGRESO TEMPORAL A ESTADOS UNIDOS?
El costo para procesar esta tarjeta es de 185 dólares, equivalente a aproximadamente 3 mil 218 pesos mexicanos, y su validez se extiende por alrededor de 10 años.
¿CÓMO SE TRAMITA LA TARJETA DE CRUCE FRONTERIZO AMERICANA?
El proceso implica el llenado del formulario DS-160, el pago de la solicitud de la visa americana (185 dólares), y la programación de una cita para la toma de datos biométricos, así como la
entrevista en la Embajada correspondiente. Con estos pasos, los ciudadanos fronterizos pueden acceder a una alternativa eficiente y conveniente para visitar Estados Unidos sin el engorroso proceso de obtención de visa.
