¿Cómo leer y entender tu recibo de luz CFE? Aquí te explicamos

Además te compartimos valiosos consejos para evitar pagar consumos elevados de electricidad

Por: Luis Valenzuela

El recibo de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) podría parecer algo complejo de entender, y muchos usuarios solo se limitan a entender los datos más básicos y mínimos cuando en realidad, la información que viene impresa en él nos ayudaría a economizar nuestro consumo.

Cada vez que ven el recibo de la CFE o cuando saben que se aproxima su llegada, clientes de la paraestatal consideran que es tiempo de preocuparse ya que en ocasiones el consumo viene muy cargado debido a lo consumido durante el periodo.

Y sin poner atención a los detalles de los datos de facturación, simplemente se limitan a pagar el recibo, no sin antes cersiorarse de que venga a nombre del usuario y la fecha límite para hacerlo.

Sin embargo, en el recibo podemos verificar el consumo de energía realizado en el periodo, el cual aparece con una clasificación de colores y niveles, los cuales representan una cuota diferente. 

También debemos tener presente que la Comisión no utiliza la misma tarifa para todo el país; y otro dato interesante que nos brinda nuestro recibo de la CFE, es la cantidad de kilowatt-hora utilizados y con qué tipo de tarifa contamos.

Clasificación de colores y niveles:

Básico: verde

Intermedio: amarillo

Excedente: rojo

Tips de Profeco para pagar menos luz

En la edición 544 de la Revista del Consumidor, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) recomendó algunas medidas para evitar que el recibo de energía llegue muy elevado, ya que según entre la población este es de los servicios más caros.

A continuación, compartimos algunos de ellos: 

Fijar horarios de comida.  Ayuda para no hacer un uso constante de microondas o parrillas eléctricas utilizados para calentar los alimentos; incluso, no abrir continuamente el refrigerador, ya que estos equipos son catalogados como de los de más alto consumo de electricidad.

Aprovechar la luz natural. Con ello se evita encender las lámparas de tu casa, que a pesar que por lo regular en la mayoría de los hogares se utilizan focos ahorradores o tipo led, no dejan de ser un consumo que se podría evitar.

Desconectar aparatos electrónicos que no se utilicen. Es muy importante ya que con el simple hecho de estar enchufados, el tomacorriente ya está consumiendo una cantidad mínima de energía; estos tipos de electrodomésticos son denominados "vampiros" y en esta categoría se encuentran los microondas, pantallas, computadoras, consolas de videojuegos, cargadores de celulares, entre otros.

No uses aparatos alternos. Si estás viendo la televisión, no es necesario mantener encendida la radio o algún reproductor digital.

Cuida el uso de la lavadora. Es  importante programar un día y hora para lavar la ropa, tratando de evitar exceder el límite de la carga para no forzar el motor del aparato y que éste consuma mayor energía; además del desgaste que le originaría.

Revisa el cableado y contactos en casa.  El cableado en mal estado, además del riesgo que implica para un posible corto circuito, genera un consumo más alto de electricidad, y este se ve reflejado directamente en el recibo de energía y por consiguiente en tu bolsillo.

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