Como bien se sabe, en el orden público o político, episodios como estos suelen despertar una gran expectación
Por: Gerardo Armenta
Hoy por hoy existe en Huatabampo una llamativa ambientación política. Llama la atención porque no es común tomar nota de circunstancias como las que por lo visto privan en esa comarca en esta particular coyuntura. Aunque lo cierto es que por lo visto las cosas al respecto (por lo menos en público) han llegado ya a un abierto plan de confrontación. El asombro corre por sí solo cuando se toma nota del nivel de presencia pública de quienes figuran en lo que puede ser una polémica muy frontal.
O puede que no. Todo cabe dentro de lo posible. Debe ser propio señalar que de pronto se tomó nota de que el Partido Movimiento de Regeneración Nacional no solapará desórdenes administrativos y financieros y tampoco presuntos actos de corrupción en el Ayuntamiento de Huatabampo. Así lo dijo Antonio Estrella Gutiérrez, dirigente de Morena en la Tierra de los Generales, donde el alcalde es Jesús Flores Mendoza. Vale reconocer que la declaración transcrita se antojó en principio como meramente de cajón, propia y muy socorrida del lenguaje político convencional. Pero pronto se advirtió que la cosa marchaba por un sendero muy distinto.
Y vaya que sí. Estrella Gutiérrez ayudó a poner las cosas en claro. Aludió, por ejemplo, al Instituto Superior de Auditoría y Fiscalización (ISAF). Señaló que esta instancia encontró irregularidades en la Cuenta Pública 2023 del gobierno huatabampense. Al parecer, el listado al respecto es largo: sobregiros, gastos sociales sin comprobar, expedientes incompletos de obras, incumplimiento de prestaciones de seguridad social, entre otros enunciados.
Una relación de presuntos hechos como la anterior se antojaría grave por simple obviedad. Y, en caso de que se pruebe cabalmente su realización en el ámbito administrativo del gobierno de Huatabampo como parte de una secuela administrativa impropia, las responsabilidades que procedan tendrían que fincarse quizá con celeridad apreciable. Si es que proceden, vale insistir. Todo esto con el fin superior de esclarecer todo lo que tenga que ser despejado sin el menor asomo de dudas o sospecha. Debería ser así sin mayores apremios de por medio para nadie. Dicen (o solía decirse) que la verdad es el mejor antídoto contra la mentira o el equívoco.
Como bien se sabe, en el orden público o político, episodios como el anterior suelen despertar una gran expectación mucho antes incluso de que se produzca el veredicto que los concluye en una u otra forma. El problema es que las cosas al respecto no resultan siempre como lo esperaría la animosa ambientación pública o ciudadana que suele generare al respecto. Pero lo importante debe ser esperar el cabal curso de los hechos que a menudo (aunque no siempre) suelen concluir con el luminoso y justo imperio de la verdad. Por lo menos esto es que lo que cabría pensar.
El caso es que Estrella Gutiérrez, dirigente de Morena en Huatabampo, dijo que este partido “siempre va a estar en contra de la corrupción” y que “no va ser tapadera de nadie”. He aquí palabras fuertes y claridosas. Las cuales también le sirvieron para afirmar que su partido estará muy pendiente “para que el alcalde Jesús Flores Mendoza solvente las fallas administrativas” que arrojó un estudio practicado por auditores. Los hechos de esta historia parecería que van cabalmente en serio.
Pero lo que llama mucho más la atención de esta trama es que parecería (por lo menos hasta ahora) que sus principales protagonistas serían ni más menos que el alcalde de Huatabampo y el dirigente local de Morena. Ambos son correligionarios en este mismo partido. De repente acaso todo permita suponer que se distanciaron, sin que tampoco haya constancia pública de que rendían culto a una gran amistad. En todo caso, si las cosas estuvieron así, bien se sabe que la vida suele fracturar hasta la amistad forjada con una mezcla de acero.
Estrella Gutiérrez asumió lanzarse a fondo con la exigencia para desahogar el asunto que se comenta. Prueba de ello es que señaló que, en caso de que el alcalde Flores Mendoza no aclare los hechos aludidos, “entonces debe ser castigado de acuerdo con la ley, en apego a lo que siempre ha inculcado el presidente Andrés Manuel López Obrador”. No sólo eso. Porque también dijo: “Hay que transparentar la administración pública, porque están en juego los recursos del pueblo y por eso todo tiene que ser aclarado”. Hipotética o prácticamente se supone que así deben ser las cosas en el ejercicio gubernamental. Al respecto, poco o nada tendrían que importar en estas querellas las consideraciones de índole personal.
Aunque de todas maneras, no deja de llamar la atención que dos correligionarios morenistas de significativo nivel público puedan estar en una divergencia como la que se expuso renglones arriba. Dicen los que saben que, de una u otra forma, la política tiene ciertas y cuales reglas. De esta manera, acaso sea posible entender que los conflictos en esta materia surgen cuando esas reglas quedan en desacato. De buenas a primeras, la verdad es que de suyo nunca ha sido fácil entender cómo y por qué se producen los choques políticos o la exigencia de cuentas en otro momento. Por eso lo mejor es que sobrevengan las explicaciones públicas pertinentes.
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