Un río Mayo contaminado

Aguas residuales y drenaje

Por: Gerardo Armenta

La contaminación del Río Mayo es historia más o menos sabida en el sur de la Entidad, partiendo de Navojoa. No se trata de algo novedoso. La novedad radicaría precisamente en el milagro (casi celestial) de que se aplicaran medidas para frenar esa descomposición y ejercer acciones para evitar que se repita. "Se vale soñar", dice una desgastada frase que perdió sentido por la sencillez o complejidad que postula para enfrentar metas o dificultades a menudo difíciles de lograr.

Un problema como el anterior no empezó a incubarse precisamente el día de ayer. Tiene tiempo que se sabe de esta trama. Obviamente la situación se ha dejado crecer y por eso es común que, con cierta reiteración, salga a plática o polémica la precaria situación ambiental que singulariza al Río Mayo. Llama la atención un cuadro de esta naturaleza. Pero resulta mucho más sorprendente advertir que la inercia o pasividad oficiales (dicho sea, con cierta elegancia), permitieron que al paso de los años el lugar se convirtiera en un lugar con riesgos ambientales.

Es así porque una vez más se ha puesto de manifiesto que el cauce del río recibe directamente aguas residuales desde la red de drenaje de Navojoa. De esta manera alcanzó un nivel de infección y perjuicio para la flora y la fauna. Según vecinos, ninguna autoridad ha tomado cartas en este asunto. No es fácil saber, qué se estará esperando para intervenir, aceptando sin conceder que tengan disposición laboral para hacerlo.

De acuerdo con relatos hechos por quienes viven en áreas localizadas en las inmediaciones del río, esta problemática ha permanecido activa durante meses con miles de litros de agua procedentes del drenaje citadino que desembocan en esa zona. El problema descrito no es nuevo. Data de hace mucho tiempo. Las consecuencias son obvias de entender. Hay de por medio un foco de contaminación que atrae moscos y genera malos olores ambientales.

Como quedó dicho, no debe ser la primera vez que sale a relucir un estado de cosas como el descrito. Bien saben en Navojoa, al igual que en otras poblaciones sureñas, que el Río Mayo cayó desde hace tiempo en una increíble postración que le hizo hasta quedarse sin agua. Debe ser triste reconocerlo, pero el paso de los años lo remitió a una lamentable condición carente de atractivo para la población. En años todavía no muy lejanos, el río llegó a ser uno de los puntos más vistosos y atractivos para la convivencia familiar.

En diversos momentos se ha intentado rescatar esa fisonomía. Pero los esfuerzos no han sido del todo exitosos, lamentablemente se ha dicho. Y menos ahora podrán fructificar con la evidencia de que el río está siendo presa de la contaminación ambiental. ¿No existirán modos administrativos o sanitarios que se opongan y frenen la agresión contra el Río Mayo? Cabría pensar que sí. Como se sabe, normalmente suelen regir ordenamientos contra todo y por todo, se necesiten o no.

El caso del río resulta especial. Algo tendría que hacerse oficialmente para salir al paso de la contaminación que lo está terminando de minar. Nunca se ha sabido de ninguna campaña para preservar su integridad. Sí ha salido a relucir la problemática de un lugar tan emblemático para Navojoa. Por desgracia la referencia que suele comentarse no ha sido positiva o agradable. Aunque real sí, lo que debe agradecerse. Los pesares o males del río siempre deben hacerse públicos para que se busque la forma de corregirlos.

Por lo menos eso es lo que cabría dar, por cierto. Que suceda o no, puede ser otro cantar. Pero se está hablando de un sitio que ha sido y es típico para Navojoa. En virtud de esta circunstancia, evitar la contaminación del Río Mayo debe ser una labor de primer orden. Ninguna autoridad puede permanecer omisa a la realidad que se comenta.

Una actitud oficial como la anterior evidentemente no procede ante una situación de carácter público como la que se describe. La contaminación del Río Mayo es o debe ser un problema de incumbencia general. Pero hay instancias propias que tienen que ocuparse de su problemática. Dejar que ésta crezca puede ser todavía más gravoso en el futuro, como ya lo es en el presente. De aquí la importancia de que se haga algo al respecto.

armentabalderramagerardo@gmail.com


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