Las nuevas generaciones ya no juegan al trompo, las canicas y otros entretenimientos; ahora policías y sicarios son la parte medular de la convivencia
En las últimas semanas hemos visto en redes sociales cómo algunos vecinos se trenzan a golpes por “quítame esa paja”. Por ejemplo, un automovilista y un limpiavidrios porque no hubo comunicación antes de entrar en contacto o un motociclista que con todo y casco es noqueado en pleno centro de la ciudad.
Son rasgos, ya, de una sociedad que poco a poco se ha ido acostumbrando a la violencia. Es más, las nuevas generaciones ya no juegan al trompo, las canicas y otros entretenimientos de esa naturaleza sino que ahora policías y sicarios son la parte medular de la convivencia entre pequeños, de edades muy cortas por cierto.
El Comité Ciudadano de Seguridad Pública en Sonora comparte la última Encuesta de Seguridad Urbana (ENSU) de junio pasado, mediante la cual se revela que los problemas con vecinos son el principal motivo de conflictos o enfrentamientos en Nogales y Hermosillo, ciudades donde se aplicó el estudio, y la música en alto volumen o el ruido son la manzana de la discordia.
Si bien la encuesta solamente se aplicó en dos ciudades, explica la organización, “bien pueden ser claro reflejo de la convivencia social en el resto de la entidad”.
Y hay datos muy preocupantes, como el hecho de que ocho de cada diez hermosillenses y nogalenses que tienen o tuvieron algún conflicto directo en los últimos tres meses, fue con sus vecinos por: ruidos por herramientas de trabajo como martillo, taladro o música alta; fiestas sin control en la vía pública; basura tirada en espacios públicos o ajenos; basura quemada por vecinos en su jardín o patios; obstrucción de cocheras o áreas comunes; omisión o morosidad en pagos de cuotas vecinales o mantenimiento; entre otros.
Se aclara que algunos conflictos se pueden solucionar entre las partes, “pero otros requieren de una intervención policial o de un mediador, por ello se hace imprescindible hoy en día el desarrollo de destrezas de solución de conflictos y un adecuado comportamiento cívico basado en el respeto, la comprensión, la inclusión y la cordialidad”.
Según la encuesta, el 77.8% en Hermosillo y el 62.2% en Nogales de quienes tuvieron conflictos, apostaron al diálogo. Menos mal que todavía son índices elevados de quienes prefieren platicar antes de llegar a pleitos mayores.
A nivel estado y según la Secretaría de Seguridad Pública, de enero al 16 de agosto de 2021 se recibieron 56 mil 15 reportes al 911 por incidentes relacionados con convivencia vecinal. Las quejas fueron principalmente por alto volumen, 46,421 (82.9%); escándalo en la vía pública (10.2%); obstrucción de salida (4.9%) y escándalo en propiedad privada (2.1%).
Es decir, que 8 de cada 10 llamadas por problemas con vecinos son por alto volumen. Cinco municipios concentran el 91% de los reportes: Hermosillo 61.9%; Cajeme 10.2%; Nogales 10%; San Luis Río Colorado 4.6% y Navojoa 4.2%.
Según la organización, Seguridad Pública lleva a cabo la iniciativa Movimiento de Acciones por la Seguridad (MAS), la cual destaca por ser una buena práctica al promover y procurar mejores actitudes, comportamientos y respeto de espacios comunes y privados.
“Con MAS se desarrollan en colonias focalizadas, de manera presencial y en plataformas digitales, diferentes esfuerzos como capacitaciones, talleres, ferias de servicio comunitario, jornadas, conferencias e incluso visitas domiciliarias.
“MAS en WhatsApp” es otro medio alternativo que promueve la SSP Sonora para fortalecer la comunicación directa y preventiva en las colonias, y que es un enlace directo con los elementos de la PESP.
“Los Comités Ciudadanos de Seguridad Pública de Sonora y Hermosillo reconocen que la seguridad inicia en el hogar y la comunidad, si queremos entornos de convivencia libres de violencia, es momento de aprender y poner en práctica destrezas como parte de nuestro desarrollo humano y social, que nos ayuden a resolver nuestras diferencias a través del diálogo, el respeto y la tolerancia”.
Las cartas están echadas. Todo es cuestión de saberlas barajar para que la violencia sea contenida desde los hogares y que en las calles sea amortiguada por una convivencia más civilizada, antes de que sea demasiado tarde.
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