Sin avance en Navojoa
Por: Gerardo Armenta
¿Sabe usted cuántos baches hay en Navojoa? Quizá deba ser hasta impropio iniciar textos como los de esta columna con una interrogación, cuando, por supuesto, lo ideal es o debe ser utilizar afirmaciones. Sin embargo, hoy procede abrir con una pregunta que a lo mejor vale considerar viene mucho al caso.
En la Perla del Mayo la población se queja mucho por la existencia de baches en sus calles y avenidas. Es probable que nunca como hoy este problema haya mostrado las proporciones que hace notar. Unas proporciones verdaderamente insólitas, lo que sea de cada quien. Pero la respuesta a la pregunta inicial de esta columna ubica los hechos en una mejor perspectiva.
Dígase frontalmente: en Navojoa existen por lo menos 19 208 baches. Sin embargo, a ojo de buen o mal cubero, a veces darían ganas de pensar que son muchos más. Empero, hay que ser serios y afirmar que este dato corresponde a una averiguación suscrita por la Secretaría de Infraestructura Urbana y Ecología del Ayuntamiento de Navojoa.
En otras palabras, lo anterior significa que cada calle de la ciudad tiene el “adorno” de por lo menos tres baches. Y, ahora, una preguntita más: ¿Sabe usted cuántas calles hay en Navojoa? La respuesta: más o menos como 5 mil 445 calles dotadas de pavimento o concreto. Sea como sea, quizá deba resultar abrumador el número de baches existentes en la ciudad, por lo menos bajo cierta óptica.
Igualmente habría que decir que se antoja abrumador o decepcionante admitir que, de los casi 20 mil baches existentes en la ciudad, únicamente siete mil han sido objeto de reparación. Esto significa que un dichoso y cantado Programa Emergente de Bacheo, sólo ha logrado alcanzar una meta de 38 por ciento.
¿Nada o casi nada? Exactamente. Es innegable, por lo demás, que los baches siguen allí muy campantes. Están prácticamente por todas las calles navojoenses. Si hay alguna excepción al respecto, habría que notificarla a un programa de televisión con mucho rating que se dedique al recuento de lo asombroso o sobrenatural.
El problema del problema (si resulta válido decirlo así) es que el mencionado programa de bacheo, anunciado con bombo y platillo por las autoridades municipales hace cuatro meses, no ha avanzado más allá de un 30 por ciento, que es realmente poco, habida cuenta de la seriedad del tema que pretendía resolver. Pero, como queda dicho, ya van cuatro meses sin mayores realizaciones al respecto.
¿Qué es lo que está pasando?, sería una más de las preguntas de hoy, en lo que por lo visto se convirtió en un género de conversación a lo largo del texto. Esta mecánica ha permitido advertir la gravedad que reviste la inexistencia de esfuerzos oficiales para remediar en Navojoa el problema de los baches.
Es propio reconocer que la idea central del programa oficial a que se alude radicó en bachear la totalidad de la ciudad. Es decir, al 100 por ciento. Sin embargo, tan generoso propósito nunca tomó en cuenta la evidencia de que en el Ayuntamiento no existía absolutamente nada con qué llevar a cabo esa tarea.
¿Suele pasar? Ni más ni menos. Entonces, procede una enésima pregunta más: ¿Qué es lo que sigue al respecto? Lo cierto es que no se sabe nada de lo que procederá con el bacheo, un quehacer oficial que en estas alturas debería estar cumpliéndose a tambor batiente. ¿Tendrá que ser en otra ocasión? Ni más ni menos.
La verdad es que así pinta esta problemática. De hecho, se ignora si los trabajos de bacheo citadino podrían ser reanudados alguna vez en este trienio navojoense al que no le queda mucho tiempo. Los tiempos políticos y electorales están a la vuelta de la esquina. ¿Será entonces cuando como una especie de conjuro mágico se dirá que toda la problemática aludida quedará resuelta en menos lo que canta un gallo?
Pero cabe la posibilidad de que, a lo mejor para entonces, las calles navojoenses podrían estar cerca ya de un réquiem urbanístico. No es lo deseable, pero no en balde se dice que en cosas del destino no hay nada escrito. De este modo, no es propio discutir mucho la evidencia de que, a la hora de la hora, el rimbombante Programa Emergente de Bacheo en Navojoa no llegó más allá de la esquina.
¿Ni modo? No. Porque nunca deberá ser válido tanto conformismo. ¿O sí…?
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