Observación electoral

Política y sonorenses

Por: Gerardo Armenta

En contra de lo que habitualmente es dable pensar o suponer, parecería que, por ejemplo, a los sonorenses no les gusta o no les interesa la política. Sin embargo, quizá no se batallaría mucho para, también, por ejemplo, encontrar abundantes o acaloradas réplicas a un señalamiento como el anterior.

La verdad es que de algún modo podría demostrarse que hay sonorenses que se apasionan con y por la política. O los había, quizá. Porque hasta hace no mucho tiempo un tema como el que se menciona, solía generar entre ciudadanos de la entidad apasionados debates ante la menor provocación.

 Posiblemente eso ocurría en aquellos tiempos en los que la rivalidad o distancia ideológica entre partidos como PRI y PAN era real, y no como ahora que hasta resultaron tan “manitos” que juntos suscriben candidaturas. La contienda presidencial de hoy mismo es la mejor prueba de ello.

Pero en el momento histórico en que priistas y panistas deciden marchar por el mismo camino en una evidente sociedad o asociación partidista, surge la nueva y muy contundente rivalidad o encono partidista de ambos con Morena o de éste con ellos. Sin embargo, es claro que, a pesar de la relación que les une, PRI y PAN no suelen prodigarse muchas consideraciones de orden político, lo que sería natural y comprensible entre quienes por lo menos formalmente tienen una sociedad bien avenida.

Pero tal es otro cantar. Estábamos con la idea o evidencia de que los sonorenses tienen un cierto o marcado desinterés por la política. Quizá rigurosamente en principio no sea del todo así. Sucede que ese desinterés lo muestran al negarse a participar como observadores electorales. Son dos cosas distintas que es preciso separar para no incurrir en confusiones.

Aunque de todas maneras, no dejan de llamar la atención datos como los que se describen a continuación. Por ejemplo, una entidad como la nuestra forma parte de los 10 estados del país en los que hay menos registro de observadores electorales. Prueba de ello es que, hasta mediados del mes en curso, únicamente se habían registrado 41 personas para ejercer la tarea de observación electoral. En los comicios de 2021 se apuntaron en el Instituto Nacional Electoral 151 voluntarios como los aludidos

Procede considerar, entonces, que hoy esos auxiliares podrían estar brillando por su ausencia, si bien todavía existe tiempo para registrarse hasta el 7 de mayo. “Hay poco interés”, subrayó Verónica Sandoval Castañeda, vocal ejecutiva del INE en Sonora. Y de esta manera describió una actitud ciudadana que, en una primera instancia, se pensaría que tiene, en efecto, un marcado desinterés en el que habría que reparar

Como es evidente entenderlo, la de observador electoral es una tarea que se explica por sí sola y que, por añadidura, está reservada en gran medida a los ciudadanos. Por eso deja que pensar que sus destinatarios naturales no muestren mucho entusiasmo para desempeñarla, sin dejar de reconocer que debe tratarse de una misión a la que hay que dedicarle el día. Aunque, por supuesto, se entiende que nadie puede ser obligado a cumplirla en contra de su voluntad.

Mientras tanto, en el rigor de los hechos, y regresando de nuevo a la otra vertiente de plática que notifica el desinterés de los sonorenses por las cuestiones electorales, tiene que asumirse, sin mayor drama de por medio que, en efecto, el abstencionismo ha venido señoreando campante en un ámbito como el sonorense. En este mismo espacio se ha abordado el tema en otras ocasiones recientes.

Y seguramente las perspectivas al respecto no hayan cambiado mucho hasta ahora, lo que trae consigo la casi certeza de que, una vez más, la actitud abstencionista bien podría señorear en la actitud sonorense durante las próximas elecciones. No en balde se percibe una preocupación en el ambiente, muy justificada lo que sea de cada quien, ante la posible ausencia de un número significativo de sonorenses en las urnas dispuestas para recibir sus votos.

No falta mucho para salir de dudas. No estaría de más que, en efecto, todo mundo en edad de hacerlo saliera a votar en Sonora (y en el país entero). Pero debe considerarse que la mayoría de las veces el abstencionismo tiene una razón de ser por parte de quien o quienes lo ejercen. En esta simple premisa radica todo. Y no es fácil rebatirla…

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