Cada día mueren 11 mujeres por causas relacionadas a la violencia de género, y Sonora se ubica en los primeros lugares en el país en esta flagelo
Aprovechó ayer la recta la diputada por Movimiento Ciudadano, Rosa Elena Trujillo Llanes, y en ocasión del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, fue muy clara:
“La lucha por la eliminación de la violencia contra las mujeres es todos los días, no solo el 25 de noviembre”.
Durante la sesión ordinaria del Congreso del Estado de Sonora, la legisladora tuvo a bien presentar un panorama sobre la violencia contra la mujer, la cual, dijo, se ha convertido en un enorme desafío para la mayoría de los países.
Tan solo en México, señaló, conforme a las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad, en 2020 se registraron tres mil 874 homicidios de mujeres, así como la desaparición de más de ocho mil mujeres y niñas y casi 700 mil llamadas de auxilio por violencia en el hogar.
Además, citó, por el confinamiento obligado por la pandemia, la violencia de género subió un 27%. Y durante los primeros ocho meses de 2021 se han registrado un total de 692 feminicidios, 7% más que en el mismo periodo del año pasado.
En promedio, expuso, cada día mueren 11 mujeres por causas relacionadas a la violencia de género.
En Sonora no andamos muy rezagados en esa materia, sostuvo, pues se encuentra dentro de los primeros lugares de feminicidios cometidos por cada 100 mil habitantes: de enero a agosto de 2021, se registraron 31, según datos del Observatorio de Seguridad Ciudadana.
Hubo un incremento de hasta el 51.64% en el delito de violación y la violencia intrafamiliar tuvo un aumento de hasta el 84% en el Estado, durante el primer semestre del 2021, en comparación del mismo periodo del 2020.
Por municipio, los de mayor incidencia de violencia intrafamiliar se enlistaron así: Hermosillo, con mil 718 casos, seguido de Cajeme con 484; Nogales, con 374; Guaymas, con 252; San Luis Río Colorado, con 226; Caborca, con 185, y Navojoa, con 161. Más lo que se siga acumulando.
“Los datos son fríos”, sostuvo, “pero detrás de cada uno de ellos hay historias de familia, de mujeres y niñas, que no encontraron las condiciones sociales, legislativas, de política pública y de acceso a la justicia para vivir en entornos libres de violencia”.
Existe en la Entidad una serie de condiciones, dijo la legisladora, como para creer que no debe darse la violencia contra las mujeres, por ejemplo la creación del Instituto Sonorense de la Mujer (1998) y su ley; Ley de Prevención y Atención de la Violencia Familiar para el Estado de Sonora (1999); Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida libre de Violencia para el Estado de Sonora (2007); Ley para la Igualdad entre mujeres y hombres en el Estado de Sonora (2008); Ley para la Prevención, Atención y Erradicación de la Violencia Escolar para el Estado de Sonora (2018); diversas Reformas al Código Penal para el Estado de Sonora y al Código de Familia para el Estado de Sonora.
Pero ese marco normativo no lo es todo, consideró, pues a pesar de leyes y reglamentos, la violencia de género se incrementa.
Y planteó:
“Se necesitan actores críticos, con voluntad política que quieran garantizar que las normas se cumplan y estén dispuestos a luchar con su voz, su inteligencia y su capacidad para articular redes que nos permitan vivir libres de violencia”.
Tiene razón, mientras se emitan leyes solamente para cumplir el requisito, sin personas que en la Fiscalía General de Justicia, la Secretaría de Seguridad Pública y las corporaciones policiacas quieran en realidad aplicar esas normas, todo será simulación.
Como hasta hoy.
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