Cuando se indica por parte del Gobierno mexicano que, si quieres vender aquí, tienes que producir aquí, entonces se está hablando de la aplicación práctica del modelo de sustitución de importaciones.
Esto va dirigido a los países que, de alguna manera, tienen un desarrollo comercial muy amplio en el mercado mexicano y que afectan a la industria nacional.
Dentro de la experiencia de México en la aplicación de este modelo, entre las décadas de 1940 a 1970, se tuvieron efectos negativos y positivos para el país y su sector productivo.
Por principio, la aplicación de esta política económica permitió fortalecer la industria nacional, reducir la dependencia de productos extranjeros, generar empleos y mejorar la balanza comercial.
Entre los efectos positivos de la aplicación de este modelo se puede indicar que se promovió el desarrollo de industrias locales y la creación de empleos, satisfaciendo la demanda interna de productos. El efecto, además, se tradujo en una disminución de divisas para pagar importaciones y en la protección a las nuevas industrias de la competencia internacional para alcanzar su consolidación.
De la misma manera, se logró un mejoramiento en la autosuficiencia económica y estabilidad frente a los shocks externos, como crisis internacionales y fluctuaciones en los mercados globales.
Pero, por otro lado, este modelo atrajo efectos negativos como la ineficiencia y falta de innovación en las industrias nacionales, ya que la protección gubernamental redujo la presión competitiva.
También sucedió que los consumidores enfrentaron precios más altos debido a un mercado cautivo sin competencia y con costos de producción elevados.
Este modelo generó que las empresas nacionales se volvieran dependientes del subsidio gubernamental, limitando su capacidad de competencia en los mercados externos.
Esta es la experiencia que se ha tenido en México, donde se logró instrumentar el modelo de sustitución de importaciones y el crecimiento de la economía nacional fue de beneficio generalizado.
Se integró dentro del exitoso modelo estabilizador, en el cual se realizó una etapa de crecimiento económico sostenido, inflación baja, estabilidad cambiaria y amplio desarrollo industrial. Posterior a la aplicación del modelo de sustitución de importaciones, esta política económica se integró de manera efectiva en el país, y los analistas denominaron a este periodo como el Milagro Mexicano.
En la actualidad, un nuevo impulso al modelo de sustitución de importaciones en México podría fortalecer sectores estratégicos y reducir la vulnerabilidad ante crisis externas.
Sin embargo, también habría que considerar los desafíos como la competitividad internacional, la innovación y la eficiencia productiva, donde la historia indica la necesaria modernización y apertura gradual del mercado.
Es una de las buenas experiencias económicas que ha tenido el país respecto a su crecimiento y desarrollo, porque se generó a partir del crecimiento industrial y la estabilidad.
Pero en este siglo XXI, reiniciar nuevamente este modelo en México requiere equilibrio para evitar ineficiencias y dependencia excesiva de los apoyos y subsidios gubernamentales.
DEL ESCRITORIO
Nuevamente aparece en la Cámara de Diputados la Ley para la Transparencia y Ordenamiento de los Servicios Financieros, que busca proteger a los usuarios de los cobros de los servicios Bancarios por parte de las instituciones de crédito... En espera los sectores productivos de la aplicación de la nueva Ley General de Aguas, sobre su integración y aplicación en la realidad mexicana, considerando sus principales objetivos actuales... El consumo en el mercado local es prioridad en la generación de empleos y derrama económica por parte de las familias. Es importante su apoyo para lograr permanencia y crecimiento.




