Arrancadas ya las campañas en el municipio, se ha logrado observar cómo cada uno de las y los candidatos a la Alcaldía han iniciado sus respectivas actividades en búsqueda de la Presidencia, pero, para todo esto, ¿dónde está Mariscal? Buena incógnita
Por: Héctor Manjarrez Rubalcava
Justo después del anuncio por parte de Morena con respecto a los candidatos oficiales a las alcaldías de Sonora, pudiera decirse que fue el día que cambió la vida del presidente municipal de Cajeme.
Ello debido a que siendo el funcionario más activo en las redes sociales que en sus deberes como servidor público, ni siquiera expidió una felicitación a su “amigo” Javier Lamarque Cano por haber sido elegido como aquel que buscará mantener la cuarta transformación en el Municipio.
En ese sentido, Sergio Pablo Mariscal hoy termina pareciéndose a sus antecesores, es decir, se volvió de un ciudadano a un político, y aquí el problema no es a lo que se dedica, sino más bien la escuela de donde lo aprendió es la misma que formó a los funcionarios que actualmente tienen sumido en el apocalipsis a Obregón.
Ante ello, acercándose el periodo de transición de autoridades una vez concluido el proceso electoral, vale la pena mencionar que el actual alcalde nos deja a los cajemenses peor de como estábamos, en otras palabras, más amolados.
Incluso, no sólo la ciudadanía se ha percatado de ello, hasta el candidato a la gubernatura por Morena, Alfonso Durazo, siempre que se le cuestiona su opinión sobre la actual administración de Cajeme responde: “El alcalde Mariscal ha hecho un gran trabajo en lo que respecta a la deuda municipal”, y que es una afirmación relativamente correcta dado a que la actual gestión del Ayuntamiento no ha contratado deuda pública tan exageradamente como las anteriores pero ha hecho mucho menos, lo que sale siendo peor.
Entonces, las verdaderas preguntas que se le deberían de hacer al candidato Durazo deben de ser su opinión con respecto al trabajo que se está haciendo aquí en la ciudad en temas como seguridad pública, drenaje y alcantarillado, pavimentación, entre otros, para conocer si también reconocería al presidente municipal en dichos rubros.
En conclusión, es sumamente desafortunado que esta administración pase a la historia como una más en la que Cajeme vivió de sus peores épocas con reconocimientos de ser una de las ciudades más peligrosas del mundo, de las que menos empleos genera en la región, etcétera.
Esperemos que en estas elecciones las cosas puedan pintar mejor para Obregón y que no tenga que soportar más zánganos que se sirven a sí mismos y por supuesto, terminan empeorando la calidad de vida del ciudadano promedio.
“Si hay políticos corruptos, Si hay políticos malos, hay que expulsarlos de la política”-Meade K.
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