Por costo de predial y agua
Por: Gerardo Armenta
En el fragor del rechazo que su aprobación ha generado en Navojoa, el aumento en el costo del impuesto predial y el agua generó ya una llamativa e inmediata noticia, que ha de entenderse como respuesta a un acuerdo oficial que ha sido calibrado en sus consecuencias como inaceptable por la ciudadanía. ¿Puede ser posible, en principio, que el incremento en responsabilidades impositivas locales indisponga tanto a una población, al grado de inducirla a protestar más allá del comentario o réplica que a menudo queda estacionado sólo en el ámbito personal o familiar?
Afirmativo, como suele decirse en un el lenguaje directo que no se presta a medias tintas. Es preciso reconocer que los ánimos ciudadanos al respecto llegaron ya a este extremo, en una actitud que parece ser propia de una notable porción de la ciudadanía navojoense. En estas alturas, se sabe ya que se está haciendo un llamado general para asumir la creación de lo que se llamaría Frente Familiar por Navojoa. La finalidad de este organismo será rechazar los "abusivos" incrementos en el impuesto predial y en el servicio de agua potable.
Hablar de la hechura de un llamado Frente Familiar por Navojoa, equivale ya a otras palabras que obviamente responden a las que bien podrían ser entendidas como severas actitudes oficiales que lesionan la economía familiar o social. Otro llamativo paso en este contexto de réplica, tiene que ver con la invitación a los ciudadanos para reunirse el domingo 9 de febrero, a las 10 de la mañana, en el punto citadino conocido como "Los Tres Picos", con el fin de realizar una marcha desde allí hasta la Plaza 5 de Mayo, en el mero centro de la ciudad.
En la invitación que se ha hecho pública no hay distingos. Se convoca por igual a padres de familia, jóvenes, niños, adultos y habitantes en general de todas las colonias y comunidades rurales del municipio. ¿Por qué? Porque "tu voz es necesaria", subraya la invitación. La convocatoria para la marcha pide a los asistentes vestirse de blanco como una manera de realzar símbolos como paz y justicia. Por lo visto, estamos refiriéndonos a un evento cuya organización ha sido tomada muy en serio y con alcances pocas veces enunciados para eventos de esta naturaleza.
Es claro que no podía ser otra la actitud. La reclamación o exigencia, porque tal es el ánimo con la que está siendo organizada la protesta, no puede ignorar el significado de lo que se ha puesto en juego en esta coyuntura navojoense, el cual reviste una gran importancia para llamar la atención sobre la inconveniencia de aprobar aumentos indiscriminados e inesperados en el costo del predial y el agua. Las protestas que se han generado al respecto no pueden ser objetadas en cuanto a la animación que las impulsa.
En el comienzo de todo, como fue observable, quedó rápidamente en claro que los aumentos de que se habla generaron de buenas a primeras actitudes ciudadanas de reprobación, como se ha comentado a lo largo de estos renglones. Tales actitudes no han bajado de tono (ni bajarán), a la espera de una especie de milagro que lleve a la reconsideración de la medida. Todo cabe dentro de lo posible. Aunque una decisión así zanjaría el ánimo crítico o corajudo que ha venido adoptando la ciudadanía, con el riesgo de que esta reacción pública se quede sólo como forma de ser, lo que nunca resultará deseable.
Vale reconocer que, quienes están convocando a la creación del Frente Familiar por Navojoa, describen con claridad una especie de fatalidad o desgracia por la que ha venido atravesando la población de la Perla del Mayo. Al respecto señalan textualmente: "Los ciudadanos ya pagamos impuestos: 30% de ISR, 16% de IVA, cuatro de cada 10 pesos de gasolina, placas, y ahora aumentos de hasta 300% en predial".
Una enumeración como la anterior ciertamente es real por más crudeza conceptual y numérica que se haga notar, como sin duda trasluce ese grosor. A su contexto sabido se sumaron entonces los incrementos en el costo de predial y agua en Navojoa. De esta manera, entonces, el problema está planteado en estos términos. Como ha quedado claro, se avecina una protesta ciudadana que puede ser cuantiosa.
No puede negarse que, en efecto, hay desánimo y coraje por la forma en que ocurrieron los hechos aludidos. Algo tendría que hacerse para solventar esta situación de una u otra forma. Eso sería lo deseable normalmente hablando y más en un contexto que requiere tranquilidad y entendimiento para marcar sus pasos. Habrá que esperar los hechos que se avecinan con el ánimo de que todo pudiera conciliarse. Tal es lo que cabría esperar.
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