Empresas y delito

Los crecientes niveles de inseguridad en México están afectando, como nunca lo habían hecho antes, las finanzas de las empresas

Por: Moisés Gómez Reyna

Los crecientes niveles de inseguridad en México están afectando, como nunca lo habían hecho antes, las finanzas de las empresas, sus proyectos de inversión y en general el desarrollo económico del país.   

La semana pasada, el INEGI dio a conocer los resultados de la Encuesta Nacional de Victimización de Empresas 2022, donde se estima que el año pasado 1.2 millones de empresas fueron víctimas de 2.9 millones de delitos.

Esto significa que 1 de cada 4 empresas en el país fue víctima de la delincuencia en 2021, y es por eso por lo que el 69.3% de los propietarios de negocios percibe como insegura la entidad donde realiza sus operaciones.

La actividad que sienten más insegura la mayoría de las empresas en México es el transporte de productos por carreteras, seguido de movilizar productos en corredores industriales y hacer transacciones en las centrales de abasto.

Por otra parte, la percepción de corrupción por autoridades es del 72.7% en el caso de las policías de tránsito municipales, 65.0% en las policías preventivas municipales y 63.1% en el caso de las policías estatales.

De acuerdo con el INEGI, en 20 de los 32 estados del país no hubo cambios significativos en la tasa de empresas víctimas del delito entre 2021 y 2019.

La Encuesta también estimó que el costo total de la inseguridad en las empresas ascendió a 120 mil 200 millones de pesos, un promedio de 56 mil 936 pesos por empresa, lo que se calculó considerando las pérdidas a causa de la delincuencia, así como el gasto en medidas de prevención contra la inseguridad.

Tres datos que deben ser muy tomados en cuenta son: 1. Que la cifra negra de los delitos cometidos contra empresas sigue por las nubes, 2. El robo dejó de ser el delito más frecuente y ahora es la extorsión y 3. La inseguridad está afectando las decisiones de inversión de las empresas.

Primero, en 2021 la cifra negra de delitos fue de 91.5%, es decir, de cada 100 delitos que sufren las empresas, 92 no son ni denunciados ni investigados.

Apenas en 2017 la cifra negra era de 86.6%. Esto quiere decir que cada vez más propietarios de negocios en México prefieren no denunciar ante la falta de confianza o eficacia de las autoridades.

Segundo, el año pasado, en 21 de los 32 estados del país, el delito más frecuente que sufrieron las unidades económicas fue el de extorsión, desplazando al robo de mercancías o dinero al segundo lugar.

En contraste, en 2013 el delito de extorsión era el más frecuente en apenas 4 entidades: Estado de México, Guerrero, Nuevo León y Tamaulipas.

Finalmente, en 2021 el 36.3% de las empresas del país sufrieron afectaciones económicas a consecuencia del delito, tales como dejar de manejar efectivo, dejar de hacer negocios con otras empresas, reducir horarios de producción, entre otras medidas. En contraste, en 2017 solo el 33.8% de las unidades económicas del país reportaron haber sufrido afectaciones.

En particular, de las compañías que manifestaron haber tomado acciones por la inseguridad el año pasado, en 2021 el 15.4% decidió cancelar inversiones, mientras que en 2017 tomó esa decisión solo el 13.1%. El año pasado, en el caso de estados como Guerrero, el porcentaje de empresas que canceló inversiones fue del 26.8% y en San Luis Potosí del 23.7%.

Estas cifras nos revelan que delitos comunes como el robo de efectivo o el robo hormiga dejaron de ser la principal preocupación de las empresas en materia de inseguridad.

Hoy el crimen organizado es su principal amenaza con sus extorsiones y su participación en el robo en carreteras, y lo peor es que no existe confianza en las autoridades más cercanas ni siquiera para denunciar.

Esta problemática está afectando la forma de hacer negocios en 1 de cada 3 empresas en el país, dañando así su productividad y su competitividad, lo que sin duda es un retroceso económico y social inaceptable.

Twitter: @gomezreyna

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