“Faltan tres minutos para la toma de posesión del Presidente. Los funcionarios salientes se aferran al poder...
Así vio un ciudadano la ceremonia de toma de posesión del nuevo alcalde de Navojoa, Mario Martínez Bojórquez, y quiero respetarle su visión en torno a este acontecimiento:
“Faltan tres minutos para la toma de posesión del Presidente. Los funcionarios salientes se aferran al poder. Están cínicamente sentados observando al auditorio. En las filas de atrás se escuchan gritos de mujeres que insisten: ¡Fuera moches! ¡Ya bájense, sinvergüenzas!
“Mientras, se escucha la voz del maestro de ceremonia que da lectura a un documento y presenta fotografías que dan testimonios de lo que justifica, según ellos, las grandes inversiones. Los moches quedaron escondidos en las zanjas del drenaje colapsado que llora y supura gotas de vergüenza de este noble pueblo mayo que nunca vio llegar lo que algunos le llaman transformación.
“La música de fondo se oye monótona mientras correo el vídeo. Hace siete minutos se venció el plazo y los cínicos siguen aferrados al banquillo de los acusados por los ahora entrantes.
“¡No nos dejaron nada! ¡Hasta los lápices se llevaron!
“Los invitados oyen claramente el grito: ¡¡ratas!!
“Los de arriba, encaramados en lujoso presídium, parecen estatuas momificadas por el Covid-19
“A lo último, la arenga: “Estos son los resultados de la cuarta transformación”.
“De pronto, la Chayito, ataviada con un amplio vestido blanco como quinceañera, se pone de pie. Da gracias al señor, a su señora madre, a su esposo, a su nuera, a su hijo, al coordinador de los programas federales. Gracias, por supuesto al señor presidente que sus 14 programas ayudó a los que menos tienen.
“Como declamadora, arenga y extiende su mano. Baja y sube la voz, casi convence. Los presentes saben bien quién habla: la popular Chayito que, afortunadamente, ya se va!
“¡Rata!, le vuelven a gritar.
“Aplausos… escasos. Una compañera se pone de pie. Voltea a los 180 grados y descubre que solo ella estaba de pie. Avergonzada, se vuelve a sentar.
“Sigue y sigue hablando la maestra que bien conoce su oficio. Emocionada informa sobre un ascensor que construyó porque le daban lástima. ¡Pobrecitos, yo los miraba nomás viendo para arriba!
“Sigue con su bla, bla, bla.
“De repente recordé la voz y fuerza de la ex presidiaria Elba Esther Gordillo.
“Son las 12:46 del día 16.
“Llegó El Mayito y le robó el escenario y la atención de todos.
“Bien dicen: ¡Muera el Rey. Viva el Rey!
“El Mayito rindió protesta!
“Cambio por el equipo de Navojoa.
“Sale La Chayito y entra “El Mayito”.
Esperanza renovada.
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