Hemos empezado mal las campañas políticas. Tanto así que hay testimonios por ahí en el sentido de que uno de los aspirantes a la gubernatura llamó “pendejo” a uno de sus contrincantes.
Sus razones tendrá, pero eso no justifica que le haya ganado “lo sonorense”, como se disculpó por ahí en una entrevista, pero también argumentó el por qué dijo lo que dijo.
Pero, por principio de cuentas, Efraín Martínez Figueroa, Consultor y Estratega Político, asegura que de acuerdo a un estudio comparativo de datos, el mensaje inicial de Ernesto Gándara Camou al arrancar las campañas es el que despertó mayor interés y conexión en el electorado.
Y es que el video de Gándara Camou, sostiene, alcanzó 404 mil 260 reproducciones, dos mil 730 interacciones y mil 742 veces compartido contra 89 mil 758 reproducciones del de Durazo Montaño, que tuvo seis mil 837 interacciones y seis mil 352 veces compartido.
Eso significa que el de la Alianza Va Por Sonora superó proporcionalmente en 4 a 1 a Alfonso Durazo Montaño, a pesar este último se ubica en una cantidad más alta de interacciones y compartidas, pero sin resultado óptimo, declaró.
Quizá esos sean solamente números, pero hay que decir con toda sinceridad que la personalidad, y con ello el discurso del representante de Morena, carece de carisma, de atractivo para quien escucha.
Desafortunadamente no todos nacen con la simpatía atractiva para el electorado y con mayor razón cuando la gente se da cuenta de que hay mentiras detrás de las palabras o bien hay cargas ofensivas muy altas hacia quienes se pretende agradar.
Muchos dirán quizá que Durazo Moreno habla conforme cree. Está bien. Pero una cosa es tratar de aparentar sinceridad y otra es la que se refleja con la imagen corporal al emitir las palabras, sobre todo cuando se enoja porque le hablan de su fracaso en la seguridad en el país.
Por si fuera poco, al abanderado morenista le tundieron en Cajeme el sábado anterior durante su presentación en la plaza Lázaro Cárdenas por mantenerse rodeado de personajes que mucho han ofendido a la sociedad cajemense y en especial a los militantes de Morena.
Otra versión que echa por los suelos aquello de no mentir, no traicionar y no robar son las acusaciones en el sentido de que los activistas de Morena están en labor de "huachicoleo" de representantes ciudadanos de casilla, es decir tienen en sus manos ya quiénes son los ciudadanos a los que las autoridades electorales les solicitaron ser funcionarios en las urnas el 6 de junio.
Pues bien, a esas personas algunos morenistas llegan para ofrecerle dinero a cambio de que se cambien a sus filas con tal de aplicar el conocimiento que les ofreció el INE.
Habrá que investigar a fondo estas denuncias porque se supone que hay una transformación de la vida política del país, pero por lo visto los morenistas están aprendiendo, y muy rápido, las viejas mañas del PRI. ¿Será acaso por aquellos priistas que se fueron a sus filas?
Por lo demás, eso de que por estar en campaña “ya se puede hablar” de los contrincantes, debe tener un límite porque al final de cuentas ya se sabe quiénes han sido por años en la región quienes han utilizado las campañas negras para llenar de lodo a los adversarios.
Desconocemos si hay razón o no para declarar “pejejo” a un antagonista, pero eso no debe ser tomado como algo natural porque ante todo la civilidad y la cordura son las que deben guiar las campañas políticas.
Suficiente tenemos ya con el discurso de odio y afrentas que nos brindan cada mañana.
Sonora no debe caer en ese jueguito.
Comentarios: francisco@diariodelyaqui.mx